América Latina

Por David Morera Herrera.

"La historia en general, y la de las revoluciones en particular, es siempre más rica de contenido, más variada de formas y aspectos, más viva y más “astuta” de lo que se imaginan los mejores partidos, las vanguardias más conscientes de las clases más avanzadas. Y esto es comprensible, pues las mejores vanguardias expresan la conciencia, la voluntad, la pasión y la imaginación de decenas de miles de hombres, mientras que la revolución la hacen, en momentos de exaltación y de tensión especiales de todas las facultades humanas, la conciencia, la voluntad, la pasión y la imaginación de decenas de millones de hombres aguijoneados por la más aguda lucha de clases. De aquí se derivan dos conclusiones prácticas muy importantes: primera, que la clase revolucionaria, para realizar su misión, debe saber utilizar todas las formas o aspectos, sin la más mínima excepción, de la actividad social (terminando después de la conquista del poder político, a veces con gran riesgo e inmenso peligro, lo que no ha terminado antes de esta conquista); segunda, que la clase revolucionaria debe estar preparada para sustituir una forma por otra del modo más rápido e inesperado" (Lenin)  (1)

Al momento de escribir estas líneas, día a día, el eje de la relación entre Venezuela y el imperialismo, particularmente dirigido por los halcones del Pentágono, está marcado por la tensión cada vez más fuerte del torniquete alrededor del cuello de Venezuela y la tendencia que se avizora es hacia el incremento de esa escalada en la agresión. El congelamiento de cuentas de las subsidiarias de PDVSA en el extranjero, por parte de Estados Unidos y la Unión Europea es una intervención que pone la soga al cuello a la ya muy deteriorada economía venezolana, azotada por la caída del precio del barril de crudo, combinada con  su merma en la capacidad extractiva (productiva).  Por ello, de entrada,  me parece inconcebible que haya camaradas tan miopes, en este debate, que incluso lleguen a señalar que aún no hay agresión imperialista contra Venezuela.

Ese es un hecho objetivo, consumado, irrefutable. Ahora usemos el método hipotético deductivo y materialista histórico-dialéctico que conjuga el marxismo. Entremos en el terreno del análisis de las tendencias,  los ejes de la coyuntura, la dinámica del conflicto, y  las hipótesis sobre el devenir de los acontecimientos, cada vez más al rojo vivo. Todo lo anterior, a fin de tener la política más acertada en este combate en uno de los epicentros más candentes del conflicto mundial.

I.- EL CONTEXTO HEMISFÉRICO.

En el marco continental, tenemos que partir de la actual oleada de gobiernos de derecha en América Latina y el propio imperio dominante, expresada de manera grotesca con la investidura de Trump. Este fenómeno es contrastante  con el otrora  ascenso de los gobiernos "progresistas" del ALBA y del Foro de Sao Paulo, durante  la década pasada, lo que los más avezados, como Hugo Chávez, llamaron el supuesto "socialismo del siglo XXI".

Este también es un hecho real. Lo primero es resaltar  que, contradictoriamente, esos llamados gobiernos de la "izquierda progresista", son gobiernos de colaboración de clases, pues no se plantean ni se plantearon la ruptura, de raíz, de las relaciones de explotación y opresión que garantiza la propiedad burguesa y el patriarcado, así como han mantenido la estructura podrida del Estado burgués.  Al mismo tiempo  estos gobiernos  dicen fomentar el "socialismo" desde la institucionalidad burguesa (y con ello despiertan grandes ilusiones vanas en el pueblo).

No obstante y paradójicamente,  al no resolver los problemas de fondo, en una época de "vacas flacas" como la actual, por los factores ya comentados, sumado a  la desaceleración de la economía china, estos gobiernos "progresistas" así le abren el paso a la derecha, o incluso a fenómenos peligrosamente contrarrevolucionarios. El contraste en Brasil es el más intenso, luego de más de una década de gobiernos del PT  de Lula y Dilma, Lula hoy está tras las rejas, se impuso un golpe "blando" desde el parlamento, aprovechando la "olla podrida" de las concesiones de obra pública a Odebrecht, y gobierna hoy Bolsonaro, un misógino, homófobo, racista, extractivista, que anhela una dictadura militar que imponga el orden, con lo que adopta rasgos ideológicos fascistas.  El  último gobierno "progre" en caer en días recientes, es el del FMLN en el Salvador, en realidad, bastante inofensivo para el imperialismo, como se expresó en su postura de silencio en el caso de Venezuela.

Ese aislamiento diplomático continental de Venezuela, podría dar a paso a una acción político militar desde la "institucionalidad" de la OEA. No por casualidad Bolton, artífice de la oscura trama Irán-Contras en la administración Reagan, ha enseñado "disimuladamente" su libreta de apuntes en conferencia de prensa, en la que se lee el posible envío de 5 000 efectivos militares a la frontera con Colombia. Trump no ha descartado la intervención militar, aunque es un personaje que suele blofear como en el póker.   Esa sería la segunda hipótesis.

La asfixia económica, podría culminar en dos variantes: una intervención militar directa, o bien, indirecta, del imperialismo yanky. En la primera variante,  mediante algún tipo de "coalición" subordinada, apoyándose en alguna provocación en la frontera con Colombia y/o Brasil, dónde es posible una operación tipo "Bahía Cochinos", o peor aún, la otra variante es una guerra de baja intensidad (de desgate y efecto prolongado), como lo hizo Reagan y Bush padre, instrumentalizando a la "contra" nicaragüense.  Cualquiera de las tácticas que esté barajando el Pentágono, lo cierto es que es el complejo militar industrial el que comanda las riendas.

Desde luego sea una u otras variantes que se utilicen, se cuenta con el beneplácito de Duque y Bolsonaro (países limítrofes), asesores de Israel, mercenarios de Black Water, paramilitares colombianos y efectivos de la derecha venezolana, al mismo tiempo que apuestan  a retomar parte  o neutralizar a sectores medios y altos del Ejército, a través de todo tipo de negociaciones secretas y presiones.  El cinismo del imperialismo yanki es tal que  no sería difícil imaginar que fabriquen una provocación de impacto mediático, por ejemplo, con el pretexto de que la Guardia Nacional Bolivariana de Maduro intente detener, desde la frontera con Colombia,  las caravanas "dadivosas" de ayuda humanitaria, con fondos de los Estados Unidos, aprovechando las penurias del carenciado pueblo venezolano que, ciertamente,  soporta sobre sus hombros una impresionante hiperinflación. 

No obstante, a continuación  completemos el panorama, ahora desde el lente de la situación geopolítica mundial, para extraer  hipótesis, conclusiones y propuestas de mayor alcance, de acuerdo a la noción de totalidad concreta de Karel Kosik (2)  .

II.- LA DINÁMICA INTERNACIONAL.

Pido disculpas de antemano al lector por la larga cita que reproduzco a continuación, pero me parece que sintetiza muy bien los antecedentes que explican la situación actual.

En una declaración del  29 de mayo 2016, titulada: "Una ofensiva reaccionaria recorre Sudamérica y pone al desnudo los límites y las inconsecuencias de los llamados gobiernos progresistas", documento emitido por  el  Comité Central del Partido Revolucionario de las y los  Trabajadores de Costa Rica (PRT) de Costa Rica, publicado en Bandera Roja de junio del año indicado, texto que adhiero en todas sus letras,  se lee:

"La emergencia de los gobiernos autodenominados progresistas o del “socialismo del siglo XXI”, conjugaba dos factores combinados. En primer lugar, a nivel subjetivo, obedece a la bronca de las masas que padecieron el saqueo de más de tres décadas de gobiernos proyankis neoliberales, que significó el más profundo ataque al salario y las conquistas de las y los trabajadores y sectores populares en la segunda posguerra. Quizás los ejemplos más avanzados de esa rebelión fueron El Caracazo que hirió de muerte al régimen puntofijista en Venezuela y el Argentinazo que derrocó a De La Rua en Argentina.

Y por otro lado,  en materia  objetiva, se ampara en el ciclo de crecimiento económico, particularmente en América del Sur, que es jaloneado por el crecimiento de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), y le permite a esos gobiernos el margen material de maniobra para impulsar una política social asistencialista, muy similar a la que propugnaba la socialdemocracia, en su período del llamado "Estado de Bienestar".

"Si bien los gobiernos "progresistas" no tomaron ni han tomado medidas anticapitalistas (y es de prever que nunca lo hagan), en un contexto de cierta bonanza económica, estos gobiernos buscaron una autonomía relativa en su desarrollo endógeno, con respecto a su tradicional relación semicolonial con el imperialismo norteamericano. Esta estrategia utópica de lograr un capitalismo autónomo y autocentrado, basado en buena parte en el extractivismo depredador de la naturaleza, funcionó hasta cierto margen, mientras estos gobiernos lograron ampliar sus mercados y efectuar acuerdos comerciales con los BRIC y con Irán y especialmente con  la otrora locomotora económica del gigante chino".

"Esta relativa autonomía con respecto al imperialismo norteamericano, tiene que ver con el aprovechamiento de las disputas interimperialistas, y lleva a estos gobiernos a procurar una integración regional en organismos como el ALBA, MERCOSUR, Petrocaribe y la CELAC. Es un caso similar al peronismo, cuya resistencia a la neocolonización del imperialismo yanki, se sustentaba en sus relaciones privilegiadas con el imperialismo alemán".

" Entre 2002 y 2008, la región se benefició de los altos precios de las materias primas (hidrocarburos, minerales, soja y otros cereales), en el contexto del auge de China. No obstante, desde 2013 comenzaron a sentirse las tendencias a la desaceleración".

“Así, según la CEPAL, en 2014 América latina creció apenas un 1,1 %. Para 2015, se estima un moderado crecimiento de 2,8 % para México y América Central, con una contracción de -0,4 % para Sudamérica. Las perspectivas para 2016 y 2017 no son mejores, en un contexto externo desfavorable, y a cada nueva evaluación los pronósticos han sido revisados a la baja" [Estimación de la variación PBI según FMI (2015 y 2016

Fuente: Datos del FMI]  (3) .

Actualmente, estamos,, en el marco de una profundización de la crisis económica de los países que regentaron en el pasado reciente gobiernos "progresistas". Por otra parte, Trump es la expresión de la descomposición, la contraofensiva reaccionaria  y la polarización en ascenso en la indisputada primera potencia militar del mundo, con una capacidad destructiva colosal. El viraje a la derecha lo facilitó la desilusión con la tibieza y  las falsas promesas del presunto presidente "progresista" Obama (por ejemplo en relación al retiro de tropas de Afganistán, que nunca ocurrió). 

Hoy hay una cada vez más virulenta guerra comercial entre Estados Unidos y China, y ésta, pese a su desaceleración,  cada vez más se perfila como la potencia neoimperialista que compite por la hegemonía con Washington y Wall Street (aunque en realidad estas palabras cuya primera letra es "W" son redundantes).

Mucho ha cambiado en el mundo, luego de las bestiales invasiones a Afganistán e Irak, cuya provocación la desataron los atentados del 11-S; hoy, por el contrario,  es muy claro que, a diferencia del "nuevo orden mundial" que se proclamó con el colapso de la antigua URSS y el bloque del Este europeo, los Estados Unidos tiene serios apuros domésticos y en todos los frentes.

Casi dos décadas después de la invasión a Afganistán, con el señuelo  de Al Qaeda, y luego a Irak, acusando falsamente a Hussein de poseer armas de destrucción masiva, que nunca aparecieron, otro hecho objetivo es que el imperialismo, a la larga, ha sido derrotado o ha retrocedido en su aventura de expoliación en Medio Oriente y Asia Menor. Se evidencia en su fracaso en las prolongadas y desgastantes guerras de Irak y Afganistán, lo que explica también su intención de retiro de Siria. Así pierde hegemonía en un área geopolítica fundamental y de grandes abastecimientos petrolíferos y gasíferos.

Otros competidores del imperialismo occidental, a menor escala, pero nada despreciables, son Rusia e Irán, grandes ganadores del conflicto en Siria (apoyando a Bashar al Assad); cuya alianza con China, se especula podría conducir al choque de ese bloque, con los Estados Unidos y sus cada vez más maltrechos socios europeos y Japón. De paso, agreguemos que en este mismo contexto,  se explica también por qué la Turquía del dictador  Erdogan no reconoce a Guaidó, en virtud  del conflicto regional que mantiene con EEUU, alrededor de la cuestión kurda.

Es revelador que el eje China-Rusia-Irán y sus satélites, junto a Turquía, constituyen  el único grupo de países que aún reconocen a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela.

El retroceso de Washington en esta región ardiente de la geopolítica mundial (Medio Oriente, Asia Menor), obliga a Washington a volver más que nunca sus ojos hacia Venezuela y sus enormes reservas petroleras y riqueza mineral del Arco Minero del Orínoco.

Esta ofensiva recolonizadora yanki,  aprovecha la oleada de gobiernos de derecha y su control de las OEA. Washington centra su "legalidad" diplomática en el ámbito institucional panamericano, y a toda costa, trata de retomar plenamente el control de su patio trasero, y eso implica liquidar al régimen de Maduro, para extirparlo de su hemisferio, de su patio trasero, porque no obedece sus dictados y se orienta más hacia el eje China-Rusia-Irán.

En todo caso,  conviene no olvidar las palabras de Lenin.

"Desde el punto de vista de la justicia burguesa y de la libertad nacional (o del derecho de las naciones a la existencia), Alemania tendría sin duda alguna razón contra Inglaterra y Francia, ya que ha sido "defraudada" en el reparto de las colonias, y sus enemigos oprimen a muchísimas más naciones que ella; en cuanto a su aliada, Austria, los eslavos por ella oprimidos gozan sin duda de más libertad que en la Rusia zarista, verdadera 'cárcel de pueblos'. Pero la propia Alemania no lucha por liberar a los pueblos, sino por sojuzgarlos. Y no corresponde a los socialistas ayudar a un bandido más joven y más vigoroso (Alemania) a desvalijar a otros bandidos más viejos y más cebados." (4)  

En un debate sobre el tema con el suscrito, suscitado en redes sociales, a propósito de la cita anterior, el camarada gallego Roberto Laxe, nos alerta que para el caso de Venezuela, es necesario no plegarse ni al bloque imperialista hegemónico ni al neoimperialista que le compite, pues parafraseando a Lenin: "no corresponde a los socialistas ayudar a un bandido más joven y más vigoroso  a desvalijar a otros bandidos más viejos y más cebados", es decir, no podemos ser pro imperialistas, del "bandido más joven". Cierto. Pero para los pueblos del mundo, el imperialismo yanki, sigue siendo el gendarme mundial y el corazón del sistema capitalista mundial, a pesar de su decadencia y trastabilleos,  así también,  su sujeción de los pueblos latinoamericanos, en particular,  es centenaria y despiadada. Gran "detalle" que olvida Laxe.

III. LA IMPORTANCIA DE LAS TÁCTICAS DEL FRENTE ÜNICO Y DEL FRENTE ÜNICO ANTIIMPERIALISTA, EN PARTICULAR HOY EN VENEZUELA

Una vez analizado el contexto geopolítico, la coyuntura, las tendencias actuales y las hipótesis concomitantes,  con el propósito de ubicarnos lo más acertadamente posible en la actualidad de Venezuela, en los siguientes tres apartados nos referimos al trasfondo teórico que subyace en el debate, acudiendo a la experiencia de referentes marxistas de primera línea, cuyo legado dicen defender algunos oportunistas y sectarios, particularmente buscaremos lecciones extraídas por Lenin, Trotsky y Moreno, pertinentes para el caso que nos ocupa.

Analicemos con detalle las siguientes líneas de Lenin (se recomienda leer las citas al pie sobre los personajes aludidos, para una mejor ubicación histórica).

 “Incluso ahora, no debemos apoyar al gobierno de Kerensky (5). Sería faltar a nuestros principios. Se preguntará: ¿No hay que pelear contra Kornílov (6) entonces? Evidentemente que sí. Pero no es la misma cosa, y hay un límite entre las dos; y este límite, ciertos bolcheviques lo franquean, cediendo al espíritu de ‘conciliación’, dejándose arrastrar por la marea de los acontecimientos".

"Nosotros hacemos y continuaremos haciendo la guerra a Kornílov, pero no apoyamos a Kerensky, al contrario, develamos su debilidad. Hay ahí una diferencia. Una diferencia bastante sutil, pero completamente esencial, y que no debemos olvidar. ¿En qué consiste entonces la modificación de nuestra táctica después de la revuelta de Kornílov?. En que modificamos la forma de nuestra lucha contra Kerensky. Sin atenuar por nada del mundo nuestra hostilidad hacia él, sin retractarnos de nada de lo que hemos dicho en contra suya, sin renunciar a derrocarle decimos: hay que tener en cuenta el momento, no intentaremos derrocarle de inmediato, le combatiremos ahora de otra forma y, más precisamente, señalando a los ojos del pueblo (que combate contra Kornílov) la debilidad y las vacilaciones de Kerensky”. (7) 

De manera que a los y las bolcheviques no les tembló la mano para hacer un frente único circunstancial con el gobierno de colaboración de clases de Kerensky (a pesar de que ese mismo gobierno había apresado a dirigentes bolcheviques, incluido Trotsky). No dudo un instante el bolchevismo en impulsar ese frente contra el intento de golpe contrarrevolucionario del zarista Kornílov, pero parafraseando a Trotsky, sin confundir las banderas del bolchevismo con las de Kerensky.

Por otra parte, Trotsky, en la década de los 30,  analiza los estragos de la política ultraizquierdista del estalinismo, emitida por el Sexto Congreso de la Internacional Comunista, que consiste en la llamada orientación del "tercer período", que pronosticaba la proximidad de la revolución mundial y exigía a los comunistas no hacer frentes con los partidos socialistas reformistas (llamados en esa época socialdemócratas, hoy transmutados en partidos burgueses e imperialistas). Tal orientación sectaria stalinista llevó a que en Alemania, cuna de Marx y Engels, trágicamente, se impusieran las terroríficas hordas nazis.

Al respecto de la cita de Lenin que más arriba citamos en relación a las jornadas contra Kornílov, Trotsky plantea:

"Si el Comité Central del Partido Comunista Alemán hace suya la posición que está expresada en la cita de Lenin, toda la actitud hacia las masas socialdemócratas y las organizaciones sindicales cambiará inmediatamente: POR UN FRENTE ÚNICO OBRERO CONTRA EL FASCISMO “¡No se puede luchar contra el fascismo sin haber vencido a la socialdemocracia!” dice el feroz revolucionario... mientras prepara un pasaporte para el extranjero. Obreros comunistas, sois cientos de miles, millones, no tenéis ninguna parte adonde ir, no habrá suficientes pasaportes para vosotros. Si el fascismo llega al poder, pasará como un temible tanque sobre vuestros cráneos y vuestros espinazos. La salvación se encuentra únicamente en una lucha sin cuartel. Sólo la aproximación en la lucha con los obreros socialdemócratas puede aportar la victoria. ¡Apresuraos, obreros comunistas, porque os queda poco tiempo!"  (8)

Pero Trotsky no solo apreciaba la utilidad práctica, si se quiere decisiva en determinadas coyunturas de las más variadas formas de unidad de acción, sino que le daba una importancia muy particular  al Frente Único Antiimperialista en América Latina, táctica que data del III Congreso de la Internacional Comunista, bajo la dirección conjunta de Lenin y Trotsky, antes de la degeneración burocrática stalinista. 

En una entrevista que le realizó en México Mateo Fossa, dirigente obrero de la construcción argentino en la década de los treinta, ante la pregunta  sobre la lucha por la liberación nacional de los pueblos de América Latina, Trotsky respondió 

"Hay actualmente en Brasil un régimen semi-fascista que cualquier revolucionario sólo puede encarar con odio  . Supongamos, sin embargo, que mañana, Inglaterra entre en conflicto militar con Brasil. ¿Te pregunto de que lado del conflicto estará la clase obrera? Yo respondería: en ese caso yo estaría del lado de Brasil "fascista" contra Inglaterra "democrática". ¿Por qué? Porque el conflicto entre los dos países no será una cuestión de democracia o fascismo. Si Inglaterra triunfa ella pondría otro fascista en Río de Janeiro y fortalecería el control sobre Brasil. De lo contrario, si Brasil triunfa, esto daría un fuerte impulso a la conciencia nacional y democrática del país y conducir a la caída de la dictadura de Getulio Vargas (8).  La derrota de Inglaterra, al mismo tiempo, representaría un duro golpe para el imperialismo británico y daría un gran impulso al movimiento revolucionario del proletariado inglés. Es necesario no tener nada en la cabeza para reducir los antagonismos mundiales y los conflictos militares a la lucha entre el fascismo y la democracia. Es necesario saber distinguir a los exploradores, los esclavistas y los ladrones detrás de cualquier máscara que ellos utilicen". (9)

No obstante, valga decir que ante la tragedia del ascenso del nazi-fascismo en Alemania, la Internacional Comunista bajo Stalin dio un giro de 180 grados en su Séptimo Congreso, con la política (que elevan a principio) de lo que llaman "frente popular", que consiste en la tentativa permanente hacia la colaboración de clases, con las burguesías nacionalistas, "progresistas", o "democráticas", abriendo paso a la histórica orientación oportunista de los PC stalinizados. Un grave peligro en el que incurre hoy en Venezuela cierto sector de la izquierda, e incluso de autodenominadas  organizaciones revolucionarias.

IV.- EL FRENTE UNICO ANTIIMPERIALISTA NO SIGNIFICA SER COMPARSA ACRÍTICA DEL NACIONALISMO BOLIBURGUÉS

Para entender mejor el peligro inverso en relación con los frentes únicos, tan dañino como el sectarismo ultraizquierdista, el trotskista argentino Nahuel Moreno pone el dedo en la llaga. Desde luego nos referimos al peligro del oportunismo seguidista.

"Al contrario de los partidos comunistas (stalinistas- nota nuestra), que utilizan las necesidades o los anhelos de unidad para desdibujar las fronteras de clase, para fortalecer a las direcciones no obreras o burocráticas y para salvar a los regímenes burocráticos y al propio capitalismo, (...) para nosotros la unidad exige siempre la delimitación de clase y la definición crítica del tipo de dirección al cual nos estamos uniendo circunstancialmente. Por eso la táctica de unidad de acción o frentista con direcciones stalinistas o pequeñoburguesas u obreras burocráticas ( ¡ y no digamos si son burguesas ! ) es una combinación desde el inicio y en todo momento de unidad y de enfrentamiento. Porque nosotros, en la acción, en la movilización, intervenimos, obviamente, para enfrentar y derrotar al imperialismo, al capitalismo y a los explotadores, pero también, y al mismo tiempo, para enfrentar, debilitar y si podemos derrotar a esas direcciones enemigas irreconciliables de la organización independiente y democrática de los trabajadores y del triunfo revolucionario".

"Por eso decimos que es una táctica muy compleja, muy contradictoria, que tenemos que procurar que sea equilibrada. Por un lado, con tal de ayudar a la acción, a la movilización, hacemos todo tipo de acuerdos y nos parece extraordinario que intervengan todo tipo de fuerzas obreras, aunque sean organizaciones stalinistas o burocráticas, y según el tipo de lucha, incluso no obreras, sino pequeñoburguesas o burguesas, que circunstancialmente estén enfrentadas al gobierno burgués o al imperialismo. Pero esos acuerdos tienen que ir siempre combinados, tienen que ser parte de una estrategia de delimitación de clase y de enfrentamiento a esas direcciones".

"Por ello, es un grave oportunista silenciar nuestras críticas a los burócratas o burgueses nacionalistas (...)  en virtud de tener puntos en común de lucha. Nuestro punto de partida, para definir cualquier táctica unitaria, es el interés de la lucha, de la movilización por las necesidades más apremiantes de los trabajadores. Sólo a partir de ahí empezamos a plantear las distintas posibilidades de alianza o unidades.

"Olvidarlo nos puede llevar al punto de vista del partido comunista: andar buscando algún burgués “progresivo”, algún pequeñoburgués “revolucionario” o algún burócrata centrista incurable o directamente traidor con el cual unirnos, para desde ahí llamar a la unidad, o, peor aún, apoyarlo directamente".

"En el mismo sentido, es bueno aclarar que nosotros nunca apoyamos a una dirección burguesa, pequeñoburguesa u obrera traidora, reformista o burocrática, aun cuando estemos tácticamente unidos en una lucha, Nosotros sólo apoyamos las luchas, las movilizaciones, las dirija quien las dirija. A esas direcciones —más allá de la cuestión de forma, del medio y el momento en que expresamos esa denuncia— las denunciamos siempre, y dialéctica y contradictoriamente, cuando más las denunciamos es cuando estamos unidas tácticamente a ellas, porque es el momento de la movilización".

"Esto es así porque la única forma de derrotar a esas direcciones burocráticas,[ así como burguesas o pequeñoburguesas- agregamos nosotros] y abrir paso a una nueva dirección es la movilización. Sólo cuando hay movilización se pueden hacer evidentes a los ojos de las masas las vacilaciones y traiciones de los malos dirigentes y a la vez tener la fuerza necesaria para barrerlos y forjar a los nuevos dirigentes que podrán reemplazarlos. Por eso siempre insistimos en que lo fundamental es la lucha, la movilización. Si esa movilización exige tácticas unitarias, las levantamos, y seguramente el desarrollo mismo de la movilización pondrá al desnudo la traición de esas direcciones  y nos permitirá avanzar en la construcción de la nueva dirección".  (10)

V.-LENIN Y MORENO: EL ARTE DE ENCONTRAR LAS CONSIGNAS REVOLUCIONARIAS.

Elaborar las consignas adecuadas para impulsar la movilización de masas (no en un sentido general, sino objetivamente anticapitalista), y al mismo tiempo ayudar a fortalecer a la vanguardia revolucionaria, que son nuestras dos estrategias permanentes, es todo un arte, que requiere de agudeza en el análisis y flexibilidad táctica, máxime ante el agravamiento y vertiginosidad del conflicto en Venezuela.

En nuestro programa hay consignas de propaganda (que son tan solo asequibles y dirigidas para la vanguardia, pues no están a la orden del día, por ejemplo hoy: Gobierno Obrero y Campesino). Hay además consignas de agitación, que según la definición célebre de Lenin son "pocas ideas para muchas personas", las cuales  consisten en consignas difundidas a amplios sectores de las masas populares en lucha.

Finalmente, según la innovación de James Cannon (11),  hay también consignas para la acción, que se lanzan cuando el nivel de conciencia y organización de los sectores obreros y populares son capaces de concretar esa consigna, llevarla a la acción.

Asimismo las consignas pueden y deben ser muy variadas y cambiantes: económicas, políticas, locales, regionales, nacionales, y responden a los avatares de la lucha de clases, en su proceso dinámico.

Pero la consigna que corona el programa revolucionario (el juego de consignas) para una etapa de la lucha de clases determinada, debe responder  al problema de los problemas: la cuestión del poder

Moreno toma muy en serio la elaboración del programa y las consignas: Veamos.

 “Un partido bolchevique comienza por efectuar un análisis de la etapa de la lucha de clases: de ese análisis surgen un programa, que plantea, entre otras secundarias, una dos o tres tareas esenciales para el movimiento de masas, que concretamos en consignas. En síntesis, nuestra teoría se volcará a descubrir qué consignas debemos agitar, nuestra propaganda a explicar a la vanguardia por qué debemos agitar esas consignas y no otras. Esto no quiere decir que sean nuestras únicas actividades teóricas y propagandísticas, sino que son las principales. Esquematizando, podemos decir que toda la ciencia y el arte trotskista se sintetizan en la capacidad para elaborar las consignas adecuadas en cada momento de la lucha de clases". (12)

Estas palabras de Moreno, no son más que la consecuente aplicación de los conceptos que ya desde febrero de 1902, expresara magistralmente el joven Lenin.

"Debemos imputar la culpa a nosotros mismos, a nuestro atraso con respecto al movimiento de masas, a no haber sabido aún organizar denuncias [y exigencias, agregamos nosotros, según sea el caso] suficientemente amplias, resonantes, rápidas contra todas esas ignominias (...) , el obrero más atrasado comprenderá y sentirá (...)  y al sentirlo él mismo querrá reaccionar, lo querrá con un deseo incontenible, y sabrá entonces organizar hoy una batahola contra los censores, desfilar mañana en manifestación frente a la casa del gobernador que haya sofocado un alzamiento campesino, dar pasado mañana una lección a los gendarmes con sotana que desempeñan la función de la santa inquisición, etc."  (13)

VI.- El SECTARISMO ULTRAIZQUIERDISTA DE LA LIT-CI: EL ERROR INVERSO.

La Liga Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional (LIT-CI), cuya sección en Costa Rica es el PT, se autodenomina trotskista y se proclama devota seguidora del  legado de su fundador:  el dirigente trotskista argentino de la posguerra: Nahuel Moreno. Esta corriente, con su desequilibrado énfasis en el discurso ultraizquierdista contra la boliburguesía de Miraflores,  flaco favor le hace a la causa antiimperialista y en la práctica lleva aguas al molino de la derecha proyanki.

Para vergüenza ajena de quienes reivindicamos el legado original de Lenin, Trotsky y Moreno, los epígonos que dirigen esa corriente internacional, con alguna presencia en Latinoamérica,  en este momento crucial en Venezuela, cuando es obvio que prima el eje de la agresión imperialista yanki, tiran por la borda todas las lecciones aprendidas en relación a la ubicación de principios de las y los revolucionarios en el conflicto entre naciones imperialistas y oprimidas. y las tácticas de Frente Único Antiimperialista, en sus dos polos flexibles de unidad-enfrentamiento,y en consecuencia, renuncia a las  tácticas de denuncias y exigencias,  como hemos explicado en apartados anteriores.   

En su última declaración de fecha 5 de febrero del año en curso,  (14) aunque repudia el intervencionismo yanki, mantiene la aberrante consigna fundamental de poder para la acción (en su acepción negativa): "¡Abajo Maduro!", seguida de la propuesta de poder abstracta (en su acepción positiva) de un "Gobierno Obrero, Campesino y Popular", que actualmente solo puede concretarse en la florida imaginación del liderazgo de la LIT-CI.

Querámoslo o no, derribar a Maduro hoy no significa otra cosa que entregarle en bandeja de plata el poder a la oligarquía proyanki puntofijista, que representa Juan Guaidó, y consumar la ofensiva recolonizadora de Trump, que es clave en su estrategia geopolítica, como ya hemos analizado. Pues en la realidad  no existen organismos obreros y populares independientes, salvo los copados con mano férrea por el madurismo. Lamentablemente, no hay doble poder en Venezuela, que nos permita atisbar en lo inmediato una salida obrera y popular independiente, frente a la crisis cada vez más aguda que azota al país. Por ello somos comedidos, aunque propugnamos, en general, en la propaganda,  por una salida   obrera y popular independiente ante la crisis, somos conscientes de que no hay elementos en la realidad, hoy, en concreto, que nos permitan esperar que así suceda. Todo lo contrario.

Por ello para nosotros,  la consigna de poder negativa, sobre la que se articula el programa que busca apuntalar el otro polo de nuestra política compleja, referida a la independencia de clase es: ¡Ni Maduro, ni la MUD!, pues  estamos en Venezuela ante una aguda confrontación que tiene a las grandes masas obreras y populares entrampadas en esas dos opciones burguesas. Pero esta consigna está subordinada al eje fundamental de nuestro programa que hoy es la más amplia unidad de acción para derrotar la agresión imperialista de EEUU, la Unión Europea y sus lacayos.

Pues, aunque ambos son campos burgueses, uno nacionalista y otro proyanki,  para nada igualamos a Guaidó, servil títere yanki, que pide a gritos la invasión, con Maduro, boliburgués que hasta ahora resiste (con sus inconsecuencias de clase)  la arremetida del imperialismo yanki y sus socios. En esta hora crucial, entonces,  la consigna fundamental que ordena nuestro programa ha de ser "¡Fuera Trump y sus socios de Venezuela!"

VII. CONCLUSIONES DE PRINCIPIOS, POLÍTICAS Y PROGRAMÁTICAS.

Es deber de las y los revolucionarios del mundo colocarse militarmente y sin condiciones en la defensa de Venezuela frente a la agresión imperialista, como aquí lo hicimos, material y físicamente, las y los trotskistas, en vida de Nahuel Moreno al frente de la Fracción Bolchevique,  mediante la Brigada Simón Bolívar de combatientes, durante la insurrección nicaragüense; pese a nuestras discrepancias con el programa de gobierno del FSLN de colaboración de clases con la "burguesía patriótica" (economía mixta le decían).

También es cierto que un golpe o invasión a Venezuela sería un triunfo del imperialismo yanki y un retroceso para la independencia de los pueblos latinoamericanos, pues a pesar de que el Gobierno de Maduro está lejos de ser socialista, mantiene un margen de independencia y está HOY en confrontación abierta con el imperialismo yanki, que desea recuperar el control de su patio trasero (doctrina Monroe) y en particular engullir las enormes riquezas en hidrocarburos y minería de Venezuela, en asocio con la rancia oligarquía servil que representa Guaidó.

El ejemplo de la posición unitaria de amplios sectores de la izquierda antiimperialistas, en apoyo pleno al movimiento contra la agresión al Irak de Hussein hoy es completamente válido y es aplicable al caso venezolano. En el caso de la invasión imperialista a Irak, pese al pasado oscuro de Hussein con la CIA y su brutal opresión de los kurdos, no dudamos un instante en denunciar y combatir el genocidio yanki ("blood for oil"). Tampoco, en mi generación, dudamos en colocarnos al lado de la dictadura del genocida Videla (que torturó y asesino a cientos de camaradas), durante la breve guerra de Las Malvinas, contra la Inglaterra "democrática" de la dama de Hierro Margaret Tatcher.

Pero para nada el apoyo táctico, circunstancial, contra el imperialismo, puede significar APOYO POLÍTICO a las direcciones nacionalistas burguesas como fue la de Nasser en Egipto. Perón en Argentina, el propio Hussein, hasta Noriega y hoy es Maduro. Mi punto de vista es que la defensa de Venezuela frente a la agresión imperialista no impide, más bien exige, una combinación de tácticas de confrontación contundente contra el imperialismo yanki, junto  a exigencias a esas direcciones nacionalistas burguesas y una absoluta independencia política de sus aparatos, porque la vasta experiencia histórica nos ha demostrado una y otra vez, que la burguesía nacionalista no puede ser consecuente con el combate al imperialismo, por su naturaleza de clase, tarde o temprano capitula.

VIII.- UN JUEGO DE CONSIGNAS PARA DERROTAR LA AGRESIÓN IMPERIALISTA, SIN COMPROMETER NUESTRA INDEPENDENCIA DE CLASE.

Ante la escalada agresiva de Trump y sus lacayos, junto a la Unión Europea, la consigna central que levantamos hoy es FUERA MANOS IMPERIALISTAS DE VENEZUELA, lo que se acompaña con la exigencia de que cese el bloqueo y el congelamiento de  los fondos de las empresas estatales venezolanas en EEUU, Europa u otros países, en procura de su asfixia económica, así como  rechazamos cualquier tipo de intervención imperialista. 

Por otra parte, debemos exigir que el gobierno boliburgués de Maduro adopte medidas anticapitalistas concretas para pasar de la retórica y combatir eficazmente la agresión en escalada. Por ejemplo: 1) No pago de la estafa de la deuda externa a los buitres financieros del imperialismo. 2) Confiscación de los bienes de los burgueses proyankis especuladores y acaparadores. 3) Ruptura de los convenios leoninos con las transnacionales petroleras norteamericanas. 4) Control obrero de PDVSA y de las empresas estatales y sus libros de cuentas. 5) Abolición del abusivo secreto bancario. 5) Basta de depredación (en asocio con las transnacionales de cualquier país) del Arco Minero del Orinoco. 6) Armas para las organizaciones obreras y populares, respetando todas las tendencias que coincidan en un Frente Único contra la agresión imperialista, pese a las discrepancias o no que tuvieren con el Gobierno. 7) Solicitar apoyo militar, en alimentos y medicamentos, a Rusia, China, Cuba e Irán. 8) Libertades democráticas plenas y cese a todo tipo de represión para el movimiento obrero y popular independiente, tanto de la burguesía proyanki, como de la boliburguesía y la cúpula castrense madurista. Todas estas medidas deben servir para revertir las penurias, el desabastecimiento y aliviar las condiciones de vida cada vez más angustiantes del pueblo.

CITAS BIBLIOGRÁFICAS.

(1) Lenin, Vladimir. La enfermedad infantil del ultraizquierdismo en el comunismo" . http://centromarx.org/images/stories/PDF/la%20enfermedad%20infantil%20web%20centro%20marx.pdf

 (2) Karel Kosík, filósofo checo marxista. Nació en Praga el  26 de junio de 1926 y falleció el 21 de febrero de 2003.  En su juventud fue militante  comunista de la organización clandestina "La Vanguardia" en la resistencia antifascista. Fue editor del periódico comunista ilegal "La Lucha de los Jóvenes",  hasta su arresto por la Gestapo el 17 de noviembre de 1944. Fue enviado al Campo de concentración de Theresienstadt, donde estuvo preso desde el 30 de enero hasta el 5 de mayo de 1945. Entre 1945 y 1947 Kosík estudió Filosofía y Sociología en la Universidad Carolina de Praga. Entre 1947 y 1949 asistió a diversos cursos en la Universidad de Leningrado y la Universidad Estatal de Moscú. Desde 1953 trabajó en el Instituto Filosófico de la Academia de Ciencias de Checoslovaquia. Kosík participó en la revuelta anti-stalinista de 1968, llamada primavera de Praga, aplastada por los tanques del Kremlin. De allí en adelante, Kosik perdió sus cargos como docente.

(3) Comité Central del Partido Revolucionario de las y los  Trabajadores de Costa Rica (PRT) de Costa Rica. "Una ofensiva reaccionaria recorre Sudamérica y pone al desnudo los límites y las inconsecuencias de los llamados gobiernos progresistas", Bandera Roja junio 2016.

(4) Lenin, Vladimir. "El Socialismo y la Guerra". Editorial Progreso, Moscú, 1985.

(5) Aleksandr Fiódorovich Kérenski (1881-1970) presidió el gobierno de conciliación de clases,  que mediante una alianza entre partidos socialistas reformistas (mencheviques y eseristas), junto a burgueses liberales, asumió el poder luego de la revolución de febrero de 1917 que derribó al zarismo. Su incapacidad para sacar a Rusia de la terrible carnicería que fue la Segunda Guerra mundial, por su dependencia de los aliados imperialistas, y su temor a la reforma agraria para no despertar la ira de los terratenientes, fue socavando su base de apoyo, hasta que en Octubre de 1917, los bolcheviques dominando el Consejo de obreros, campesinos y soldados de Petrogrado  (Soviet, por sus siglas en ruso) inicia el mayor intento y de mayor alcance de revolución socialista de la historia.

(6) Lavr Gueórguievich Kornílov (1870- 1918),  cosaco nombrado por Kerensky como comandante del Ejército, que urdió un fallido golpe de estado contrarrevolucionario  en septiembre de 1917 contra el propio gobierno de Kerensky.   Tras la Revolución de Octubre marchó con su guardia personal de soldados de Asia Central hacia el territorio del Don. Colaboró junto con Alekséiev y Denikin en la formación del contrarrevolucionario Ejército Blanco, que dirigió.  Superado en número por el enemigo, hubo de abandonar Rostov y marchar hacia Ekaterinodar.  Murió en las cercanías de esta ciudad el 13 de abril de 1918, cuando se disponía a asaltarla, debido a un obús de la artillería soviética que alcanzó la vivienda desde la que preparaba el ataque. Su pérdida, junto con la muerte poco después de Alekséiev, supuso un duro golpe para la causa antibolchevique.

(7) Vladimir, Lenin.  Segunda Parte del Tomo XIV de las obras completas. Editorial Progreso, Moscú, 1979.

(8) Trotsky, León: La lucha contra el fascismo en Alemania. https://www.elsoca.org/pdf/libreria/La%20lucha%20contra%20el%20fascismo-completo.pdf

(9) Getúlio Dornelles Vargas  (1882- 1954)  fue cuatro veces Presidente  de Brasil.  En 1937, cuando se esperaban las elecciones presidenciales de enero de 1938, denunció la existencia de un plan comunista para tomar el poder, conocido como Plan Cohen, llevado a cabo en el propio interior del gobierno por el capitán Olympio Mourão Filho. Getúlio Vargas dio un golpe militar  que lo mantuvo en el poder desde el  10 de noviembre de 1937 hasta el 29 de octubre de 1945. Con el golpe militar  cierra del Congreso Nacional,   se autoconfiere el control de los poderes legislativo y judicial e ilegaliza a todos los partidos políticos.  Cuando irrumpió la Segunda Guerra Mundial, en 1939, la posición de Brasil, era de neutralidad, Vargas se opone a la pretensión de los Estados Unidos de instalar bases militares en el Nordeste brasileño, región de relevancia estratégica, dado que se confrontaba con África Occidental y se proyectaba sobre todas las rutas del Océano Atlántico. El 11 de junio de 1940,  Vargas pronunció para las Fuerzas Armadas un discurso de cuño nacionalista y socializante, en que distanció a Brasil de los Estados Unidos.

(10) Trotsky, León. Entrevista de Mateo Fossa. https://www.marxists.org/portugues/trotsky/1938/09/23.htm

(11) Moreno, Nahuel. La traición de la OCI. http://www.geocities.ws/moreno_nahuel/29_1_nm.html

(12) James Patrick Cannon (1890 - 1974) dirigente trotskista norteamericano. En su juventud fue el organizador de la International Workers of the World, de inspiración anarcosindicalista  en toda la región central de los Estados Unidos desde 1912 hasta 1914.  Luego ingresa al Partido Comunista, donde llega a ser miembro del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista en sus primeros años. Luego de su expulsión por trotskista del Partido Comunista norteamericano en 1928, Cannon fue el secretario nacional de la Liga Comunista de América (Communist League of America), del Partido Obrero de los Estados Unidos (Workers Party of the United States) y del Partido Partido Obrero Socialista (Socialist Workers Party) hasta su jubilación y traslado a California en 1953.

(13) Lenin, Vladimir. ¿Qué hacer? https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1900s/quehacer/que_hacer.pdf

(14) Declaración sobre Venezuela de la LIT-CI, 5 de febrero del 2018.

https://litci.org/es/menu/mundo/latinoamerica/venezuela/yankis-venezuela-la-injerencia-imperialista-los-gobiernos-lacayos-america-latina/