Guatemala

[Fragmentos]

INTRODUCCION:

En este número 8 de "Revolución Socialista" correspondiente a la 1a. y 2a. quincenas del mes de enero de 1965, estamos dando a conocer al pueblo de América Latina, Asia, África y de todo el mundo, la primera Declaración de la Sierra de Las Minas, que fue aprobada por unanimidad en la reunión ampliada de la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre. Incorporamos otros materiales de esta histórica reunión que, en territorio liberado por las fuerzas guerrilleras, bajo la protección de las armas de nuestro movimiento, se realizó del 10 al 22 de diciembre.

[...]

El año de 1965 será de gran importancia. La Revolución Socialista Guatemalteca dará un salto enorme. Están dadas las condiciones y maduras. Para esto debemos estar preparados con las armas en la mano, con la política y el programa marxista-leninista-revolucionario, que permitirá al Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre conducir a las masas al triunfo.

Texto de la primera Declaración de la Sierra de Las Minas

A los trabajadores, obreros, campesinos y estudiantes de Guatemala, Latinoamérica y el mundo:

"La afirmación de las guerrillas en las montañas de todo el Nororiente del país no se debe solamente a la decisión del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre, que las organizó y las dirige, de llevar adelante la lucha armada revolucionaria contra el imperialismo y el capitalismo, la revolución agraria y socialista. La afirmación y extensión de las guerrillas expresa, ante todo, que la revolución guatemalteca vive en el seno de las masas, de las masas campesinas -no sólo de las zonas guerrilleras sino de todo el país-, masas que ponen sus ojos y sus esperanzas en la lucha armada por la tierra, se preparan a intervenir en forma aún más directa y generalizada; protegen, ayudan y defienden a la guerrilla. El proletariado, los estudiantes, la pequeña burguesía pobre en las ciudades, sigue viviendo un proceso interior ininterrumpido de fermentación revolucionaria que hoy no tiene un centro visible para manifestarse claramente, pero se expresa en el apoyo y la solidaridad con la lucha guerrillera, como antes se expresó violentamente en las barricadas de Marzo y Abril de 1962, y como se expresará en la próxima etapa, en la lucha directa, violenta y organizada que los mencionados sectores habrán de dar en las ciudades contra la dictadura militar, capitalista y pro-imperialista.

[...]

LA CRISIS DE LA DICTADURA CAPITALISTA Y LA FARSA ELECTORAL

En este marco mundial y latinoamericano se desarrolla la actual etapa de la revolución guatemalteca. Esta no ha desarrollado un centro todavía, una organización con suficiente fuerza organizada nacional. Pero la fuerza indirecta de la revolución se expresa en la debilidad de la dictadura capitalista de Peralta Azurdia.

La dictadura capitalista y pro-imperialista no tiene frente a sí ninguna oposición burguesa o pequeño-burguesa que canalice siquiera a un sector limitado de las masas del país. Todos los partidos burgueses o pequeño-burgueses están en crisis y carecen de base social efectiva. Sin

embargo, a pesar de que no existe ninguna oposición "legal" de importancia, de peso, la dictadura debe llevar una política de maniobras y concesiones, como las promesas de elecciones y la constituyente. Si no fuera por su propia debilidad interior, la dictadura, contando con el apoyo del imperialismo, no necesitaría montar mascaradas y farsas como las elecciones y la constituyente.

[...]

En medio de la explotación y la miseria inmensa en que el atraso capitalista sume al campesinado, al proletariado, a la pequeña burguesía, todas las declaraciones del gobierno sobre honestidad y moralidad administrativas son palabras huecas. Lo cierto es que la dictadura no puede hacer ninguna concesión real a las masas, ninguna elevación real -siquiera mínima- de su nivel de vida, porque el sistema capitalista no da más, no tiene de donde hacer concesiones. Todo mejoramiento en la situación e las masas, toda conquista aun de importancia limitada, como el ascenso de salarios, la escala móvil de salarios, los derechos democráticos para las masas, la reforma agraria o reparto de tierras aun limitados, significa poner en cuestión la existencia misma del régimen capitalista. Por eso el capitalismo para subsistir en Guatemala sólo puede apoyarse en la dictadura, y la dictadura a su vez es incapaz de lograr apoyo de ningún sector de masas.

A su vez la oposición burguesa o pequeño burguesa y sus partidos, que negocia o le hace el uego a la dictadura y quiere canalizar a las masas dentro de ilusiones legalistas y electorales, tampoco puede lograr ese apoyo de la población, ni capitalizar la oposición d las masas al gobierno militar. Todos los juegos electorales de los partidos de oposición se basan en la descomposición social de la dictadura, en la resistencia generalizada de las masas al capitalismo. Todos estos partidos no representan ni mucho menos dirigen a las masas.

El gobierno trata de utilizar a esa oposición legal y electoral. Existe una alianza de hecho entre ambos para evitar que las masas se canalicen directamente por la vía armada y revolucionaria. Esa es la raíz del juego electoral y de todas las discusiones ridículas relacionadas con la selección de candidatos, etc.

Pero mientras utiliza la colaboración de todos los partidos que mantienen ilusiones en las vías electorales y en el capitalismo, la dictadura trata de controlarlos para evitar que el proceso escape a su control y vedarle en esa forma la participación revolucionaria a las masas trabajadoras. Por otra parte, el ejército entra en las zonas campesinas, quema aldeas y cosechas, asesina y tortura

campesinos, apresa arbitrariamente, saquea y trata vanamente de quebrarle el apoyo a las guerrillas con su terror contrarrevolucionario; sin embargo sólo consigue afirmar la convicción campesina de que solamente las armas de las guerrillas terminarán con la explotación y con los crímenes del ejército capitalista. La policía y el ejército en la capital y en las ciudades, golpean brutalmente a los revolucionarios, torturan, hostigan y asesinan a los militantes y simpatizantes del movimiento revolucionario en las cárceles.

En estos mismos momentos, en las cárceles de la judicial y el ejército, decenas de revolucionarios o de simples trabajadores que no pertenecen a ningún partido político son torturados y vejados.

En estas condiciones se prepara el "proceso democrático" de las elecciones. Afirmamos responsablemente, denunciamos ante las masas de Guatemala que todos los que participen o colaboren como oficialistas o como opositores en esta farsa criminal son cómplices de la dictadura capitalista y militar y como tales serán juzgados por las masas trabajadoras.

[...]

LAS GUERRILLAS SE CONSOLIDAN Y EXTIENDEN LA ORGANIZACION CAMPESINA

Pero frente al poder capitalista, se alza un polo, un centro alternativo: son las guerrillas consolidadas en la Sierra de Las Minas, es la lucha armada, anti-imperialista y anticapitalista, encabezada y organizada por el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre.

La fuera de las guerrillas no debe medirse solamente por el número de sus combatientes armados, sino sobre todo por el apoyo social y el eco que la lucha guerrillera tiene. Cada guerrillero con el fusil en la mano, no se representa sólo a sí mismo sino a toda una inmensa masa de apoyo campesino -organizada ya o aún sin organizar- que lo protege, lo defiende, lo ayuda, permite que subsista y que avancen las masas campesinas que en mil formas participan con los guerrilleros en la lucha contra el gobierno y el ejército. La guerrilla es sólo la vanguardia armada de una inmensa lucha de grandes masas campesinas sin la cual ninguna guerrilla puede existir. De ahí la impotencia del ejército capitalista para acabar con las guerrillas, a pesar de todas sus "operaciones de limpieza". Al contrario, la guerrilla sigue extendiendo su radio de organización y de influencia social directa, mientras la moral del ejército empleado en operaciones anti-guerrilleras decae, se descompone, se intimida.

Mientras las guerrillas del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre se mueven en medio de una inmensa población amiga y solidaria, el ejército avanza en los campos como en tierra enemiga, en país ocupado, en medio de una población hostil y silenciosa, que incluso organiza acciones de sabotaje y resistencia armada. Por eso el ejército, a pesar de su armamento y de la ayuda del imperialismo, ha fracasado en todos sus intentos de acabar con las guerrillas.

La guerrilla avanza. En todo su radio de acción se extiende la organización de comités campesinos, de comités de aldea y de finca elegidos por los mismos campesinos, que funcionan clandestinamente y que no sólo apoyan y ayudan a la guerrilla, sino que intervienen y deciden en los mismos problemas que los campesinos se plantean. Mientras el poder del ejército y de los comisionados militares, representantes del poder capitalista se asienta en el aire, el poder de los comités campesinos que ya existen o que se están organizando, se asienta en el apoyo de las masas campesinas y en la fuerza armada de la guerrilla. En algunas zonas los comités o los mismos campesinos han organizado milicias campesinas armadas, constituidas por campesinos que continúan su trabajo actual de la tierra, pero que participan en determinadas acciones armadas de la guerrilla, para luego volver a su trabajo, es decir, que no son guerrilleros regulares sino milicianos armados.

Basado en las guerrillas, en los comités campesinos, en las milicias campesinas armadas, otro poder, un poder que representa a los obreros y campesinos armados, comienza a alzarse en toda la zona guerrillera frente al poder del estado capitalista. Ese poder de la guerrilla y de los campesinos armados es el que ha obligado a muchos latifundistas y explotadores del campesinado a suprimir medidas de explotación, cobro de tributos injustificados, arbitrariedades y abusos; el que ha decidido suprimir el pago de arrendamiento en algunos latifundios, el que ha puesto en fuga a otros latifundistas o ha resuelto el ajusticiamiento de comisionados militares, responsables de crímenes, delaciones y asesinatos contra las masas campesinas.

[...]

LA INCAPACIDAD DEL EJERCITO CONTRA LA LUCHA GUERRILLERA

La desmoralización cunde en el ejército. Los soldados sienten que son llevados a luchar contra un enemigo al que no pueden hallar y que en cambio golpea en los momentos más inesperados, tiende emboscadas, es protegido por la población, está presente y amenazante en todas partes.

Sienten que la población los mira con odio, los aísla, los rechaza. Los soldados, campesinos en su casi totalidad, ven que se los lleva a luchar contra sus propios hermanos o sus padres: campesinos, obreros, guerrilleros que luchan por la tierra.

El ejército siente la influencia de esta masa campesina dispuesta a la lucha, que enfrenta y resiste la represión. Su debilidad se muestra en que las últimas represiones las trata de combinar con promesas de que se entregará la tierra a los campesinos en algunas regiones. Los campesinos saben que esto es mentira. La dictadura capitalista no puede entregar la tierra en ninguna parte, porque eso aceleraría la descomposición del sector social donde encuentra su apoyo más sólido, es decir, de los latifundistas. Aún un pequeño reparto de tierras, sólo serviría para hacer ver al campesinado, que ha sido la lucha de la guerrilla la que ha provocado el cambio. Pero algunos oficiales del ejército hacen esos ofrecimientos ante el fracaso de toda su represión y ante la desmoralización de su propia tropa, cansada de la lucha contra el campesinado.

El Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre advierte a los oficiales que participan en la represión contra las masas -lo mismo que a los torturadores de la judicial- que todos los crímenes serán juzgados por las masas, hoy o mañana, y que todos son considerados responsables directos de los asesinatos, vejámenes y torturas a las masas campesinas y a los presos políticos. Serán castigados implacablemente, antes o después del triunfo de la revolución, como lo ha hecho la revolución socialista cubana.

LA LUCHA ARMADA Y EL PROGRAMA DE LA REVOLUCION SOCIALISTA

[...]

El Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre, ha mostrado intransigentemente, sin ninguna vacilación y en todo momento, que no acepta ninguna solución electoral capitalista, que no cree en las vías pacíficas para someter a las masas al capitalismo; que está contra la "coexistencia pacífica" entre explotadores y explotados; entre capitalistas y obreros, entre latifundistas y campesinos; porque no hay tal "coexistencia" ni tales "vías pacíficas", sino represión, explotación y guerra armada.

[...] En ningún país puede sostenerse en el poder un gobierno apoyado por las masas sin que éstas estén armadas; desarmar al ejército capitalista y avanzar ininterrumpidamente en el camino de las medidas anticapitalistas y de expulsar al imperialismo.

[...] El MR-13 de Nov. jamás se ha prestado a negociar "treguas" o la lucha armada a cambio de ninguna promesa electoral, o amnistía de ningún tipo.

Las masas no han sido "orilladas" a la lucha armada. Han escogido conscientemente ese camino, sobre la base de la experiencia colectiva de la anterior etapa de la revolución (1944-1954) y de la caída del gobierno de Arbenz. Los sectores que hoy se incorporan a la guerrilla o colaboran directamente con ella, así como las masas que se preparan a sumarse a la lucha armada en la etapa próxima, son los continuadores directos de las masas que en 1954, en todo el país, exigieron armas para defender la revolución y aplastar la invasión extranjera y mercenaria [...]

La llamada "Revolución Democrático-nacional" -es decir, la ilusión reformista de que se pueden lograr algunas conquistas para las masas y avanzar pacíficamente hacia el socialismo manteniendo el régimen capitalista con la participación de la burguesía en el gobierno- mostró todo lo que podía dar con Arbenz. No hay más avance posible sin armar a las masas y sin destruir el aparato del estado capitalista, repartiendo las tierras por los mismos campesinos armados y expropiando la propiedad imperialista y de la burguesía nacional [...]

En todo el último período el MR-13 de Nov. ha afirmado esta lucha con tres hechos decisivos: 1) lanzar, organizar y consolidar la guerrilla; 2) enarbolar el programa del gobierno obrero y campesino, de la revolución socialista guatemalteca; 3) unir con este programa la lucha armada, la perspectiva de la guerrilla a la movilización y organización de las grandes masas campesinas, obreras, estudiantiles, de todas las capas pobres, en sus comités, sindicatos, organismos de clase y de combate.

El MR-13 de Nov. con estos tres puntos, organiza, une y combina la lucha guerrillera y la lucha de las masas de la ciudad y del campo a través de sus organismos propios, para llevar adelante el programa de la revolución socialista y del gobierno obrero y campesino.

Todavía la decisión revolucionaria de las masas de movilizarse y organizarse carece de los medios y organismos -comités, sindicatos, central campesina, central obrera, central única de trabajadores- para expresarse claramente. [...] En la próxima etapa, grandes masas -como ya lo han hecho algunos sectores- se incorporarán en forma organizada, directa, activa, a la lucha bajo la bandera de la revolución socialista. [...]

DIVERGENCIAS CON EL PGT Y LAS FAR

Para afirmar esta línea de la revolución socialista guatemalteca, el MR.13 de Nov. ha tenido que enfrentar armas en mano la represión de la dictadura capitalista, pero al mismo tiempo ha tenido que librar una batalla política contra las tendencias conciliadoras, vacilantes, reformistas, que pretenden encerrar a los obreros y campesinos del país dentro de la falsa perspectiva de la llamada "revolución democrático-nacional". Esas tendencias se encarnan especialmente en la dirección del PGT (Partido Guatemalteco del Trabajo, comunista)

El MR-13 de Nov., mientras conducía la responsabilidad de la lucha armada en la montaña, ha debido sufrir la ofensiva de una serie de ataques permanentes, escritos y verbales, de parte del PGT. Esos ataques han rebasado los límites de una polémica política para entrar en el terreno de la calumnia, el chisme, el divisionismo, intentando vanamente contener la protesta y el descontento de muchos militantes comunistas -de verdaderos comunistas en la línea de la revolución china- hacia su dirección, con invenciones sobre "diferencias" en la dirección del MR 13 de Nov., "grupos infiltrados" y otras patrañas.

Estas maniobras llevan como único fin el de distraer la atención dentro de las bases del PGT de la discusión política sobre el contenido ideológico del proceso revolucionario de Guatemala, Latinoamérica y el mundo. El MR-13 de Nov. ha impulsado públicamente a que las masas discutan políticamente, si la lucha que estamos llevando a cabo es por la revolución socialista. Revolución que consiste en asaltar el poder político con la participación de todas las masas, para destruir el estado capitalista y formar el gobierno obrero y campesino. En la lucha misma para contrarrestar la dictadura burguesa y pro-imperialista, implantar el poder de los trabajadores -dictadura del proletariado- construyendo el Estado Obrero hacia el socialismo como régimen social más elevado. O si bien la lucha que estamos llevando a cabo es para impulsar la revolución democrático nacional que consiste en conciliar con la burguesía, formar un gobierno de coalición donde estén representadas las cuatro clases -burguesía, obreros, campesinos y pequeña burguesía- para luego desde el poder continuar la lucha hacia el socialismo. Las masas ya están tomando consciente y claramente partido por la Revolución Socialista, por el gobierno obrero y campesino. Por carecer de los argumentos políticos para enfrentar la línea y el programa del MR- 13 de Nov., es que la dirección del PGT ha desatado esa campaña de calumnias y falsedades con el objeto de crear "desconfianza" entre sus bases para retenerlas y neutralizarlas.

[...]

Los ataques públicos y violentos contra la línea política del MR-13 de Nov., movimiento que organiza y conduce la lucha guerrillera en el país -ataques disfrazados con el pretexto de una polémica contra "un grupo del MR-13"- son producto de la falsa política de la "coexistencia pacífica" y de "revolución democrático-nacional" defendida por el PGT. [...]

No hay tal "revolución democrático-nacional". La línea de la dirección del PGT significa querer poner las guerrillas al servicio de un objetivo burgués, convertir las guerrillas en un medio de presión para obtener un gobierno de coalición donde haya representantes de la burguesía. Ese objetivo es absurdo y es rebasado por los campesinos y los obreros que quieren su propio gobierno y la expropiación de los explotadores. El PGT sigue esa política por su sometimiento a la línea de Kruschev y sus sucesores, de "coexistencia pacífica" con el imperialismo. La revolución socialista en Guatemala significa un golpe mortal a esa coexistencia.

Las guerrillas no son ningún medio de presión ni de negociación con la burguesía. Son uno de los instrumentos de lucha de las masas para una política obrera, marxista-leninista-revolucionaria, para la revolución socialista y el gobierno obrero y campesino. Por eso es que las FAR (Fuerzas Armadas Rebeldes) no pudieron desarrollarse al querérseles maniatar a la línea política reformista de otro frente único llamado FUR (Frente Unido de Resistencia). El problema de las FAR es un problema político, no se trata de una lucha de direcciones ni de ambiciones, ni posturas personales, ni actitudes individualistas. Se trata de que de las FAR no pudo salir un programa y una línea verdaderamente revolucionarios que unificara al MR-13 de Nov. y al PGT. El Movimiento 12 de Abril (estudiantil) se extinguió a través de la discusión política por no haber definido una política a seguir. Las FAR se plantearon como un frente único para concurrir tres organizaciones a realizar una serie de acciones para llevar adelante el proceso revolucionario en Guatemala. Sin embargo, la dirección el PGT trató de darle a las FAR el funcionamiento de un "ejército en ciernes", de brazo armado del FUR; a las FAR no se le dio vida política alguna con funcionamiento político revolucionario, no se permitió la participación directa de los compañeros de base ni de los explotados del país. Se estaba desarrollando como un aparato de direcciones con tendencias a caer en actitudes paternalistas cuando no reformistas. Las bases más combativas y revolucionarias del PGT, que han reconocido la línea revisionista de su dirección, están actuando dentro de las FAR

como resultado de la campaña divisionista, de calumnias y de freno del proceso revolucionario, que desató la dirección del PGT contra el MR-13 de Nov. [...]

Las FAR, como las concibió la dirección del PGT, significaba aislar la lucha armada de la política revolucionaria y someterla a una política ajena, que las fuerzas guerrilleras no controlaban; por eso es que las FAR han desaparecido hace rato. Hoy la expresión política de la lucha guerrillera es el MR-13 de Nov., y las guerrillas están bajo la conducción política y militar, combinada e inseparable, de la línea y el programa de la revolución socialista que ha sido la garantía de su existencia y de sus éxitos. [...]

LA LUCHA POR EL GOBIERNO OBRERO Y CAMPESINO

Guatemala está madura para la revolución socialista. Esto no significa establecer el socialismo de inmediato, sino, como en la URSS bajo la dirección de Lenin en 1917, como en China, como en Cuba, establecer el Estado Obrero, el poder obrero, la dictadura de la clase que construye el socialismo. Significa destruir el aparato del estado burgués y sus instrumentos de represión: el ejército, la policía, la justicia burguesa, y sustituirlos por un gobierno obrero y campesino; entregar la tierra a los campesinos, expropiar la propiedad imperialista y de la burguesía nacional, armar a todo el pueblo, organizar los órganos de gobierno de las masas: Comités obreros, Comités campesinos, en cada fábrica, aldea, empresa, ciudad; organizar comunas como en China, apoyar y extender la revolución en Centroamérica y Latinoamérica; aliarse y apoyarse en los estados obreros -URSS, China, Cuba, todo el campo socialista- como lo ha hecho la revolución socialista cubana para enfrentar al imperialismo.

En Izabal, en Alta Verapaz, en Baja Verapaz, en Zacapa, la guerrilla se ha afirmado con este programa. Los campesinos entienden perfectamente y apoyan conscientemente lo que significa un gobierno obrero y campesino, la expropiación de los terratenientes, el armamento de todo el pueblo. También entienden y rechazan la idea de un gobierno de coalición con supuestos "burgueses progresistas". La perspectiva de la revolución socialista, el gobierno obrero y campesino, ha pasado la prueba de las masas, ha conquistado su apoyo y ha mostrado ser la única capaz de movilizar, entusiasmar y organizar a las masas revolucionarias del país.

Están maduras las condiciones para la extensión de la guerrilla a nuevas zonas del país, y para el surgimiento, en el próximo período, de nuevos focos y frentes guerrilleros, y para la organización de sindicatos campesinos apoyados en la acción armada de los guerrilleros.

LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA

En las ciudades se preparan nuevas luchas obreras y de distintos sectores de trabajadores. El programa del MR-13 de Nov., respaldado en la lucha armada, ha mostrado que gana apoyo y autoridad en la clase obrera, como ocurrió en la asamblea de los electricistas en el mes de noviembre, donde los obreros impusieron la lectura de un manifiesto del MR.13 de Nov. También otros sectores expresan de un modo u otro su simpatía y apoyo a nuestra lucha. La represión anti¬obrera de la dictadura ha podido trabar pero no impedir el funcionamiento de la clase obrera. En sus lugares de trabajo, a pesar de las trabas de los dirigentes sindicales oportunistas y pro-imperialistas, o en sus barrios, en sus casas, en sus lugares de reunión, obreros y trabajadores con sus familias, discuten y viven colectivamente sus problemas. Allí se discuten los documentos del MR.13 de Nov., las acciones de la guerrilla, y su programa es conocido y apoyado. [...] Un eco de ese apoyo general y difuso es el hecho [...] de que la FASGUA (Federación Autónoma Sindical de Guatemala) en un manifiesto reciente, haya hecho suyas varias reivindicaciones estipuladas en el programa de nuestro Movimiento, aunque cambiando en parte su formulación. La clase obrera carece de los medios para expresar ese apoyo. No hay funcionamiento independiente y democrático en los sindicatos, en muchos sectores la organización sindical está suprimida por el terrorismo patronal y policial, o amordazada por una dirección sindical aliada al gobierno y colaboradora con los patronos y el imperialismo. Sin embargo, hay una poderosa presión hacia nuevas luchas que no se expresa en forma organizada todavía.

La formación de una Central Única de Trabajadores que agrupe a todas las organizaciones sindicales, sobre la base de la independencia y la democracia sindicales, es una necesidad urgente de la clase obrera en Guatemala. [...]

Pero no son las actuales direcciones sindicales quienes van a conducir esa lucha. Es necesario unir las luchas obreras a la acción guerrillera y a la organización campesina. Es necesario organizar en cada fábrica, taller y empresa, un comité de fábrica, con un programa de reivindicaciones inmediatas elegidos por los mismos trabajadores.

Es necesario organizar grupos y células del MR-13 de Nov., con el programa del MR-13 de Nov.: Escala móvil de salarios, salario vital mínimo, a igual trabajo igual salario, inamovilidad de los trabajadores en sus puestos, aumento general de salarios, independencia y democracia sindicales; fuera el gobierno, la policía y los patrones de los sindicatos; pleno derecho de organización sindical, así como libertad de expresión verbal y escrita, de reunión para todos los trabajadores pleno fuero sindical, central única obrera y campesina, control obrero de la producción. Hay que preparar desde abajo las condiciones para la reorganización revolucionaria del movimiento sindical, para la formulación de una Central Única de Obreros y Campesinos, con un programa y una dirección revolucionarios, para unir el movimiento obrero con el movimiento campesino y la lucha guerrillera.

Es necesario formar grupos y destacamentos armados en cada comité de fábrica o de finca, hay que armarse para repeler la represión policial y defender a los compañeros en lucha. Estos grupos armados son la base de las milicias obreras que se organizarán con la extensión de la lucha.

Sin apoyarse en la lucha armada y en la guerrilla es imposible ninguna mejora real de los trabajadores, ninguna conquista obrera de importancia. Hay que organizar los grupos, sectores y tendencias en cada fábrica, empresa y finca, en el proletariado agrícola, en cada lugar de trabajo - taller, almacén, etc.-, para luchar por este programa que es al mismo tiempo la lucha por el derribamiento de la dictadura capitalista.

[...]

LAS LUCHAS ESTUDIANTILES Y LA GUERRILLA

Es en el estudiantado donde pueden encontrar expresión más inmediata el descontento y la fermentación revolucionarios de las grandes masas. Las llamaradas de Marzo y Abril de 1962 carecieron de un centro y de un objetivo concreto, pero mostraron el enorme potencial de lucha y revolucionario del estudiantado apoyado por el conjunto de la población. La acción de los estudiantes, el apoyo a las guerrillas expresado en varias ocasiones por la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) refleja en forma abierta el apoyo general de la población a la lucha guerrillera conducida por el MR-13 de Nov.

[...]

Tienen enorme importancia las declaraciones de apoyo de la AEU a la lucha guerrillera. Es necesario multiplicarlas y difundirlas. ¡Que la AEU sea un defensor, un difusor, un altavoz de la lucha guerrillera en todas las ciudades! Al mismo tiempo hay que preparar acciones unidas a las declaraciones y manifestaciones, en apoyo a la lucha guerrillera. Hay que organizar acciones de masas en la Universidad, en las calles, que muestren la solidaridad abierta del estudiantado con las guerrillas y milicias campesinas encabezadas por los comandantes Marco Antonio Yon Sosa y Luis A. Turcios, dirigentes del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre. Hay que organizar mitines en la universidad, actos de apoyo, pintar las paredes, redactar y difundir volantes, inundar la ciudad con en apoyo a las guerrillas.

Es necesario unir estas acciones a las reivindicaciones propias del estudiantado: por mejores condiciones de estudio en la universidad y en la post-primaria; por el derecho a representación estudiantil en la dirección de las casas de estudio; por el gobierno de estudiantes, profesores y obreros en la universidad; contra la intromisión de la dictadura y el imperialismo yanqui en los programas de enseñanza. ¡Abajo el plan básico, instrumento de influencia de la dictadura y el imperialismo dentro de la universidad para coartar el ingreso de las capas pobres a la enseñanza universitaria!; por un plan de enseñanza y educación socialista; por la desmilitarización de las escuelas de secundaria: ¡Fuera el ejército capitalista de los planteles educativos! Por la educación laica y gratuita en todos los centros de estudios. ¡Fuera el clero de la educación y la enseñanza de la juventud guatemalteca! Por la libertad de palabra y de prensa de estudiantes y obreros.

La universidad, las escuelas y los colegios deben ser, como ya lo son las zonas de la Sierra de las Minas controladas por la guerrilla: TERRITORIO LIBRE.

[...] Llamamos al estudiantado a incorporarse a la lucha armada en la ciudad y en el campo, a armarse, a organizar sus propios destacamentos armados para apoyar y defender sus acciones de lucha. A preparar y organizar en el próximo período grandes acciones de lucha, grandes manifestaciones ocupando la universidad y los colegios, contra la dictadura capitalista y en apoyo a las guerrillas, a la lucha del campesinado y los obreros. Llamamos a ingresar en las filas del MR- 13 de Nov. [...] El estudiantado debe formar parte de la vanguardia de esta lucha en las ciudades y preparar con sus acciones la futura insurrección general de toda la población explotada [...]

TAREAS A REALIZAR EN ESTA ETAPA DE LA LUCHA

Más la perspectiva no es derrotar al imperialismo y a sus representantes simplemente por la lucha armada. La fuerza social inmensa de la guerrilla, de la lucha armada, consiste en que constituye el centro de acción, de estímulo, para organizar la lucha de las masas con sus propios organismos en todos los centros de trabajo, en el movimiento obrero, campesino y estudiantil.

Sobre la base de la guerrilla, de la acción armada, hay que organizar ocupaciones e invasiones de tierras en regiones enteras; huelgas estudiantiles y ocupación de universidades y colegios, manifestaciones; preparar una Huelga General de todos los sectores de trabajadores por un pliego común de reivindicaciones y contra la dictadura capitalista.

La lucha en la ciudad no queda limitada o encerrada en los marcos del terrorismo. El MR-13 de Nov. y las FAR en la capital son los únicos movimientos que se han hecho responsables con sus propios nombres de todos los golpes dados al enemigo en la ciudad y en la montaña. Pero su propósito no es derribar al gobierno por medio del simple terrorismo, método de lucha que sólo en mínima parte afecta al estado burgués y a la dictadura capitalista, sino combinas las acciones militares con la lucha social; apoyar las luchas de los campesinos, de los obreros, de los estudiantes, su organización, sus reivindicaciones, con acciones militares. Es la debilidad de su propia base social y, el fortalecimiento de la base social de la revolución, lo que provoca la crisis y descomposición de la dictadura y sus organismos de represión: el ejército y la policía. Toda la lucha y las acciones de la guerrilla, en la montaña o en la ciudad, tienen un objetivo político-militar destinado, ante todo, a facilitar, ayudar y estimular la organización de los distintos sectores de las masas; a preparar las condiciones para una generalización de la lucha social organizada de toda la población explotada, contra la dictadura capitalista y por el gobierno obrero y campesino.

La próxima etapa debe ser la etapa de la extensión de la guerrilla; de la multiplicación de los comités de aldea y de los milicianos armados en las aldeas; de la organización de los comités de finca y de los sindicatos de obreros agrícolas, clandestinos al principio, luego abiertamente, en las grandes fincas del sur y el occidente y en las propiedades de la United Fruit Company; de la unión de los sindicatos y comités con la lucha guerrillera. Debe ser la etapa de la incorporación de nuevos sectores de masas a la lucha guerrillera directa.

[...]

Hay que unir el movimiento estudiantil con la guerrilla, con el movimiento obrero, con el proletariado agrícola. El MR-13 de Nov. reitera como la tarea inmediata su consigna: ¡¡Obreros, Campesinos, Estudiantes, Armaos!!

[...]

LLAMAMOS a los maestros y profesores a unir sus reivindicaciones a las luchas estudiantiles y universitarias. Por el Sindicato Único de Maestros. [...]

LLAMAMOS a todos los empleados públicos y privados, artesanos, domésticas, a los comerciantes pobres, a los niños y a los llamados ancianos, a los presos, a luchar contra la dictadura capitalista, uniéndose al programa y reivindicaciones por la Revolución Socialista.

LLAMAMOS a los naturales de todo el país, a acuerpar no sólo la lucha por la restitución de la tierra a sus comunidades, sino la lucha por el derecho de igualdad en el trabajo, en su participación social y política. Contra la discriminación social de la dictadura capitalista y el capitalismo hacia los indígenas. Por la incorporación plena de los indígenas a la lucha guerrillera armada y revolucionaria.

LLAMAMOS a los soldados y oficiales a colaborar con el MR-13 de Nov., a no participar en la represión del ejército, a organizar secretamente sus comités de soldados contra sus jefes, a rebelarse, a pasarse con sus armas y equipos junto con los guerrilleros, a fraternizar con la población campesina, a prepararse secretamente para apresar y ajusticiar a sus jefes y a pasarse en masa al lado de las guerrillas y los campesinos sus hermanos de clase.

El MR-13 de Nov. llama a aquellos oficiales que están contra los métodos criminales de la dictadura y el imperialismo, a rebelarse y pasarse con sus armas y tropa al lado de las fuerzas guerrilleras; a incorporarse a la lucha para expulsar al imperialismo de Guatemala.

[...]

[NOTA: En esta declaración aparecía entre los firmantes Luis Augusto Turcios Lima. Poco después renunciaría al MR-13 y se reunificarían las FAR como alianza entre el FGEI y el PGT]