Costa Rica

Por Manuel Sandoval

La lectora(or) de estas notas, si nos ha seguido sistemáticamente, está al tanto de que gracias a la persistencia de un grupo de ahorrantes afectados por la estafa de ALDESA (grupo que ha encabezado la compañera Flora Fernández), finalmente la Fiscalía de la República solicita el procesamiento de 22 involucrados en la estafa. Sin embargo, Rocío Aguilar, al frente de la Superintendencia General de Entidades Financieras en el 2018, ciega y sorda ahora y entonces porque eran Javier Chávez Bolaños y otros de sus amigos y socios de las mafias financieras del país los artífices de la estafa, PERMANECE INCÓLUME. La gestora, como Ministra de Hacienda de Carlitos Alvarado, de la reforma fiscal que descargó el peso de la crisis fiscal sobre las espaldas del pueblo, es clave en estos momentos para darle forma a la reforma que quiere hacer la burguesía costarricense del sistema de pensiones. Con este objetivo se la colocó en la Superintendencia de Pensiones (SUPEN), después de verse obligada a dejar Hacienda por cuestionamientos de la Contraloría General de la República.

En notas anteriores hemos señalado por dónde va la reforma y las últimas salidas a la prensa de Rocío Aguilar, que está a la ofensiva, nos lo confirman. Podríamos resumirlo así para no complicarlo mucho:

Actualmente, el sistema de pensiones del país se compone de tres pilares: --- El primero, que aporta el monto principal de las pensiones, lo constituyen las pensiones del IVM de la Caja, el RCC de los educadores y el régimen del Poder Judicial. (Los regímenes con cargo al presupuesto nacional, como el RTR de los educadores, están cerrados y desaparecerán conforme se mueran en dos o tres décadas los últimos beneficiarios). --- El segundo pilar lo constituye el ahorro personal para pensiones complementarias. --- El tercero las pensiones complementarias del ROP y algunas pequeñitas (con aporte del trabajador y la institución) en la Caja, el ICE y los bancos.

Vamos a dejar para comentar mañana, las barbaridades que propone Rocío Aguilar para darle solvencia al IVM, amenazado por la política de hacer borrón de la deuda del Estado con la Caja y el interés de los grandes empresarios del país de reducir el peso de “las cargas sociales”. La burguesía costarricense quiere aumentar la tajada que se apropia de la riqueza que producen los trabajadores reduciendo las cargas sociales, lo que hará que el peso de la pensión recaiga sobre el salario de los trabajadores A TRAVÉS DEL AHORRO INDIVIDUAL PARA LA PENSIÓN.

VEAMOS. Hay una ofensiva para hacer caer las pensiones del IVM, el RCC y las del Poder Judicial a montos ínfimos, que no alcanzarán para vivir decentemente en la vejez. (En este marco se inscribe el proyecto de Pilar Cisneros). La realidad es que estas pensiones en unos años sólo van a superar ligeramente el monto ridículo que se propone para la Pensión Básica Universal (una especie de piso generalizado de ¢82 000, el monto de la pensión que se da en el régimen no contributivo). Rocío Aguilar nos está preparando para que nos hagamos a la idea de que el monto principal de la pensión lo tiene que aportar un híbrido entre lo que ahora es el ROP y el ahorro individual.

Este híbrido (en la modalidad de FONDOS GENERACIONALES que le van a dar al ROP) le permitirá a las mafias financieras del país disparar la especulación bursátil e inmobiliaria, engañando a las trabajadoras(es) con la promesa de una capitalización rápida que le aseguraría una pensión suficiente para vivir.

En el foro Café Financiero, de La Nación, Rocío Aguilar expuso el modelo. Cuatro grupos generacionales, con inversiones de mayor riesgo a menor riesgo conforme aumenta la edad de la persona, de manera que si en algún momento hay pérdidas especulando en los mercados financieros, que en el largo plazo se recuperen y se garantice la pensión. El modelo implica entrar a fondo en la especulación financiera. Han venido en una campaña para convencernos de las bondades del esquema, diciendo que ya las pérdidas del año pasado en Wall Street se recuperaron; lo que es un engaño, porque eso no significa que el 2022 deje ganancias y con la economía capitalista a nivel global en retroceso … descalabros peores no van a faltar.

Lo sorprendente del asunto es que el cambio de modalidad del ROP se va a hacer ahora en diciembre por la vía de cambiar el reglamento en el CONISSIF (el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero), sin ninguna consulta a los propietarios de la plata y a las organizaciones que nos representan. A quienes sí les ha consultado Rocío Aguilar es al bicherío que anida en las jefaturas de las Operadoras Complementarias de Pensiones y los círculos financieros del país. La señora, muy “democrática y transparente”, prácticamente nos expropia los fondos del ROP para hacer lo que ella quiere en el camino de la privatización del sistema de pensiones del país.

Nos llama la atención que los sindicatos no se pronuncien en contra. Tampoco el Frente Amplio. ¿Será que comparten el modelo de los fondos generacionales?

La reforma de Rocío Aguilar es INTEGRAL. La contraparte de las fondos generacionales, son las barbaridades que propone para “descuartizar” al IVM.

Rocío Aguilar (atrincherada en la Superintendencia General de Pensiones: SUPEN) está cumpliendo el rol de articular una reforma de fondo del sistema de pensiones del país.

Quiere que se pase de un modelo de solidaridad basado en la cotización tripartita: trabajadores-patrono-estado (el modelo en el que se basan el IVM de los trabajadores, el RCC de los educadores y el régimen del Poder Judicial), a una privatización de las pensiones, que dependerían en adelante del ahorro del trabajador en cuentas individuales. El cambio obedece a que la burguesía costarricense trata de reducir el peso de las cargas sociales que paga a la Caja en la planilla y en general de los impuestos a sus ganancias.

Hacer depender la pensión del ahorro individual del trabajador hace necesario que los fondos crezcan especulando abiertamente en los mercados financieros, para que haya una rentabilidad alta; por lo que a partir de diciembre el ROP va a ser transformado, sin tomarle el parecer a los dueños de la plata (la tipa es muy “democrática y transparente”), en “fondos generacionales”. La idea es que el riesgo de las inversiones sea mayor para los trabajadores jóvenes, de manera que si hubo descalabros financieros en el largo plazo los fondos se recuperen. Ni qué decir que un esquema parecido tuvo “un default” en Perú antes de la pandemia, esfumando las pensiones de millones de trabajadoras(es).

Esto lo explicamos y señalábamos también que para que esta privatización de las pensiones se abra camino hay que reducir a montos mínimos las pensiones del IVM, el RCC y el régimen del Poder Judicial. Rocío Aguilar está lanzando una serie de planteamientos con este fin, particularmente con relación al IVM de la Caja. Veamos:

1. El proyecto de Rodrigo Arias para crear una Pensión Básica Universal para toda la población salió de Rocío y tiene dos finalidades.   Primero:  Es una medida asistencialista frente al empobrecimiento brutal de grandes sectores populares, especialmente de los adultos mayores.   Segundo: Establece un piso a partir del cual serán la cotización y el ahorro del trabajador los que aumenten la pensión (el monto de la Pensión Básica Universal serán los ¢82 000 de la pensión del régimen no contributivo de la Caja, a la que vendría a sustituir).   Como en el fondo se trata de dar pasos para liberar a los patronos de las cargas sociales, cínicamente – alegando que es más justo que aportemos todos-,  propone que la Pensión Básica Universal se financie ELEVANDO EL IVA DEL 13 al 15%.

2.   El proyecto de Pilar Cisneros para igualar con el del IVM el aporte del Estado como patrono en el RCC y el régimen del Poder Judicial, fue elaborado también por la SUPEN (la Pilarica lo reconoce en la exposición de motivos). Esta homologación obligaría a reducir drásticamente el perfil de beneficios al acogerse a la pensión en estos regímenes, sobre todo en el del Poder Judicial.

3. Para el IVM, la SUPEN propone congelar los reajustes por costo de la vida y continuar reduciendo el perfil de beneficios, mientras este régimen no pase de una solvencia del 60% al 80% para cubrir las pensiones. Rocío propone entonces que el mínimo de cuotas para pensionarse a los 65 años pase de 300 a 360, cinco años más. (Elevar la edad para pensionarse a 70 años si no se entró a trabajar a los 18 años). Sin embargo, como considera que esto no es suficiente, pretende que se aumente la cotización tripartita trabajador-patrono-Estado, del 11,16% actual a un 15%, lo que en la práctica será aumentar la cotización del trabajador. ¡Ah!... pero ahí no acaba la cosa. También quiere que la pensión mínima se baje de ¢153.192 mensuales a ¢138.000 mensuales.

Nos atrevemos a decir que con estas medidas de Rocío y las que ya se están implementando, las pensiones del IVM estarían siendo reducidas entre un 20 y un 25%.  

4. Para que el Estado no pague la deuda con la Caja, propone que los pensionados del IVM paguen un 5% de la pensión al SEM. La señora ve como un privilegio que pensionados que reciben una pensión muy baja no paguen por los servicios de Salud de la Caja. (A estas alturas la lectora(or) debe tener algunos epítetos fuertes contra la señora. A nosotros nos ha costado contenernos).

Las propuestas de Rocío Aguilar sobre el IVM tienen el propósito de incidir en el debate que abrió la Junta Directiva de la Caja con el fin de tomar más medidas para mejorar la solvencia del régimen. Es una agenda que no necesariamente se busca que se implemente ya, pero que se adelanta con el propósito de preparar el terreno para mayores embestidas. Este conjunto de propuestas sobre los regímenes básicos y el ROP apunta, como señalábamos al principio, a una reforma integral del sistema de pensiones del país. 

Evidentemente, a Rocío Aguilar no le pasa por la cabeza que la primera medida de saneamiento financiero de la seguridad social sería que el Estado comience a pagar la deuda acumulada con la Caja. Su salida es golpear el derecho de los trabajadores a una pensión digna para la vejez, con tal de no meter en cintura a los grandes empresarios y banqueros que estafan el fisco.

Si lo permitimos, Rocío Aguilar y las gentes que la rodean van a hacer retroceder el país 80 años en materia de seguridad social.