Por Lic. Josué Sevilla
Introducción: este trabajo explora el fenómeno de la protesta estudiantil en Honduras, en dos direcciones. Primero, establece los antecedentes de los movimientos estudiantiles en el siglo XX, a nivel universitario y en secundaria. Segundo, indaga cómo estos resurgieron en la década que va entre 2009-19. La metodología utilizada en este ensayo, parte del análisis de los movimientos sociales, tomando como base, las perspectivas de los nuevos movimientos sociales de la teoría sociológica y la historia social, en el campo de la historia.
En una primera etapa, los movimientos estudiantiles se desenvolvieron bajo el esquema de la ideología liberal, de la cual devinieron como hermandades, con fines de lucro académico, político, o como simple afición de jóvenes intelectuales. Sin embargo, las ideas de izquierda y otras tendencias que se incubaron en la década de 1950 –cuando el comunismo internacional, daba síntomas de superar la sociedad burguesa occidental– incentivaron la organización de movimientos estudiantiles en Honduras, con otros fines de lucha, al tradicional.
En este sentido, el fenómeno de este tipo de movimientos hay que entenderlos como esfuerzos por organizar los sectores estudiantiles. Desde el punto de vista de las teorías sociológicas, –y la historia social– las agrupaciones estudiantiles son parte de los movimientos sociales (Sánchez, 2000). La mayor parte de los movimientos estudiantiles en Honduras, tuvieron algunas agendas, a veces matizada por la ideología liberal, otras por la ideología de izquierda. Históricamente, la tendencia no ha variados mucho en la dinámica y formación de los movimientos estudiantiles en Honduras. No obstante, en algunos contextos surgieron como una necesidad de oposición, a las agendas promovidas por el estado a través de sus instituciones.
La propuesta de este ensayo la divido de la siguiente manera: 1. Aproximación histórica de los movimientos estudiantiles dentro de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y secundaria (siglo XX). 2. La nueva oleada de protestas sociales después del golpe de estado del 2009. 3. La protesta contra la Ley Fundamental de Educación y la reacción de los movimientos estudiantiles de secundaria (2011-16). 4. La protesta universitaria contra las Normas Académicas en la UNAH (2015-19). 5. La crisis latente en la UNAH y posibles soluciones. 6. La plataforma contra la Ley de reestructuración de Salud y la Educación (2019). 7. Conclusiones.
1. Aproximación histórica de los movimientos estudiantiles dentro de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y secundaria (siglo XX).
No existe en nuestro país, una síntesis histórica que aborde el fenómeno de los movimientos estudiantiles, ya sea en sus expresiones a nivel de secundaria o universitarios. A lo sumo, se conoce de manera general, sobre los movimientos estudiantiles a nivel universitario. Voy a referirme a los frentes dentro de la UNAH, por su historicidad. El frente estudiantil universitario más antiguo de Honduras es el Frente de Reforma Universitario (FRU), que se fundó en el año de 1957. Aquí participaron varios personajes importantes, entre los que destacó a Jorge Arturo Reina (1936), quien fue rector de la UNAH en dos ocasiones: 1970-74, y 1974-78.
La participación de los estudiantes como movimiento estudiantil, se hizo más latente en la segunda mitad del siglo XX. Históricamente dentro de la UNAH, la mayor parte de estudiantes convergieron en la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH), fundada en 1925 (Bardales, 2017). La FEUH, tuvo un primer intento de manifestación ciudadana en Honduras, cuando abogaron por obtener la autonomía universitaria en 1931, como afirma el historiador Moisés Mayorquín (Mayorquín, 2017). Con el pasar de los años, hubo algunos motines de protesta, acuerpados por la FEUH, no estudiados hasta este momento.
No obstante, la FEUH aparece apoyando la huelga bananera de 1954, incentivando la misma, con recolectas al movimiento huelguístico de la costa norte y la zona central de Honduras. Por tanto, anterior a la FEUH, no existieron movimientos estudiantiles dentro de la UNAH. Una reseña histórica del FRU, nos dice lo siguiente.
Hasta 1956, no existía en la universidad frentes estudiantiles con carácter permanente, sino agrupaciones que surgían al calor de las elecciones de la FEUH. Por esos años, tres serían los frentes estudiantiles que se disputaban la presidencia de la máxima organización estudiantil: 1. El Movimiento Universitario Vanguardista (MUV), formado por jóvenes estudiantes vinculados al partido liberal y al movimiento reformista (partidarios del Movimiento Reformista de Gálvez y William, desgajado del Partido Nacional). 2. El Frente de Unidad y Renovación Universitaria (FURU), formado por seguidores del Partido Nacional de Carias Andino, y 3. El Frente de Reforma Universitaria FRU, formado por jóvenes vinculados al partido liberal y elementos democráticos revolucionarios con tendencias marxistas. En noviembre de 1957 se funda el primer frente universitario con carácter permanente y base ideológica avanzada (FRU: Estudio y lucha , s.f.).
Evidentemente, los movimientos estudiantiles dentro de la UNAH, no existieron en la primera mitad del siglo XX, con excepción de la FEUH, donde convergieron como hermandades intelectuales. Sin embargo, después de la fundación del FRU, surgieron otros movimientos estudiantiles dentro de la UNAH: El Frente Unido Universitario Democrático (FUUD), el cual se formó en 1960; y la Fuerza Universitaria Revolucionaria (FUR), fundada en el año de 1981. Estos movimientos determinaron la dinámica de contienda política, dentro de la UNAH, entre 1950-2019.
Desde el punto de vista ideológico, los frentes estudiantiles de la UNAH, se distinguieron de la siguiente manera: el FRU, que mantuvo una simpatía con el Partido Liberal (aunque tuvo muchos líderes de izquierda); la FUUD, que representa los sectores derechistas dentro de la universidad desde su fundación a la actualidad; y la FUR, de tendencia izquierdista. En el desarrollo de los movimientos estudiantiles, la izquierda ha tenido su cuota de participación. Los dos partidos comunistas que existieron en Honduras entre 1954-91, –el Partido Comunista de Honduras (PCH), y el Partido Comunista Marxista Leninista de Honduras (PC-MLH) – tuvieron gente filtrada dentro los movimientos estudiantiles. El PCH (1954), fue de tendencia pro soviética, y el PC-MLH (1971-72), de tendencia pro china.
Empero, en muchas ocasiones, las agendas de estos movimientos estudiantiles, divergieron por cuestiones de carácter ideológico. Una de las luchas más importantes que desarrollaron los movimientos estudiantiles de secundaria y nivel universitario, fue la oposición al Consorcio de Florida, entre los años de 1968-71. En esta protesta estudiantil, participaron ambos sectores. Desconozco de algún estudio concreto sobre la protesta contra el Consorcio de Florida. A lo sumo, dos ponencias que se han presentado en los últimos congresos de Historia, haciendo referencia a este hecho[1]. Sin embargo, no se ha profundizado sobre las causas que motivaron la fuerte oposición hacia este conclave, que los EEUU quisieron imponer en nuestro país.
En el caso de los movimientos estudiantiles a nivel de secundaria, las dos alas de izquierda en Honduras –El PCH y el PC-MLH– crearon sus organizaciones. Por ejemplo: el PCH, a través de la juventud comunista creó la Federación de Estudiantes de Segunda Enseñanza (FESE). Uno de los testimonios dejados por el extinto sindicalista, Luis Alonso Morel (1935-2010), nos dice que. “Paralelamente a la estructuración de la JC, en el mes de septiembre de 1970 se organiza la Federación de Estudiantes de Segunda Enseñanza (FESE) y el Frente Estudiantil Socialista (FES), a nivel universitario” (Rodríguez E. , 2005). A través de estas organizaciones, el PCH, mantuvo una agenda social entre los sectores estudiantiles.
El PC-MLH, también creó una estructura a nivel de secundaria, como una paralela a la del PCH. Don Agapito Robleda Castro (1933-2016), nos dice en sus memorias, lo siguiente:
Ante la efervescencia que se observaba en los estudiantes de secundaria, reclamando derechos que les negaban las autoridades educativas, y el hecho de que la Federación de Estudiantes de Secundaria, FESE, recientemente constituida, por iniciativa de varios sectores, incurría en actos sectarios y excluyentes, decidimos en la Dirección del Partido constituir las Comités de Lucha de Estudiantes de Secundaria, CLES, en todos los institutos de educación media del país para que tomaran en sus manos las banderas de las reivindicaciones estudiantiles, principalmente el reconocimiento de los Consejos Centrales Estudiantiles como organismos de dirección propios, que los liberara de la sujeción de los mandatos inconsultos de los Directores y del Ministerio de Educación (Robleda, 2012)
De las organizaciones citadas (FESE y CLES), se desconoce cuándo desaparecieron. Posiblemente lo hicieron ante el desgaste de sus cuadros políticos, en momentos de represión –como la que ocurrió en la década de los años ochenta– o al compás del desaparecimiento de las organizaciones políticas que las diseñaron y crearon. ¿Qué protestas sociales acompañaron estas organizaciones en la década de 1970? Los pocos testimonios que sobreviven de los líderes del PCH y el PC-MLH, convergen en que utilizaron sus organizaciones estudiantiles, para luchar contra el Consorcio de Florida, y por la creación de colegios públicos a nivel nacional. Al respecto, Luis Morel nos dice :
Poco a poco la FESE se fue caracterizando por ser una organización verdaderamente comprometida con las luchas del pueblo hondureño, de los obreros y campesinos, solidarizándose y acompañándolos en sus demandas; lo que la hizo merecedora de un gran prestigio interno y externo. Al mismo tiempo levantaba sus propias banderas orientadas a mejorar la calidad de la educación nacional. Una de sus luchas más importantes fue la apertura o la oficialización de institutos de secundaria, tanto en las áreas urbanas como en las rurales. Esta lucha por la oficialización de institutos será prácticamente el centro de su quehacer a lo largo de la historia de la Federación. Un líder símbolo de esa época es la hoy escritora María Eugenia Ramos (1974-75), hija del periodista y fundador del PCH, Ventura Ramos. De igual trayectoria destacada fue José Espinal Molina (1976 al 78) y Roberto Zelaya (1979 al 81). Cada uno de ellos le imprimió una característica propia al trabajo, sin apartarse del alto contenido social. Serán cientos los institutos oficializados producto de las luchas de la FESE, entre otros se pueden mencionar: El Genaro Muñoz Hernández, de Siguatepeque; La Normal de Varones EDEN, de Comayagua; El Perla del Ulúa, de El Progreso, Yoro; INTAE, Jesús Milla Selva, Jesús Aguilar Paz, de Tegucigalpa; José Trinidad Reyes, de San Pedro Sula. Los años setenta quedarán marcados tanto por las constantes y enérgicas movilizaciones de los estudiantes y por las acciones audaces realizadas, como la toma del edificio del Ministerio de Educación, por dirigentes de la FESE y del FAR, como Roberto Zelaya, Saúl Sánchez y Germán Moncada, entre otros. Esta medida desembocó en la oficialización de 120 institutos de secundaria en todo el país (Rodríguez E. , 2005, pág. 28)
Este testimonio, evidencia el tipo de luchas que la izquierda organizada, llevó a cabo en la década de 1970, en Honduras. Esta década, estuvo marcada por una serie de acontecimientos importantes, como ser: Primero, los militares dieron el espacio para crear un proceso electoral, el cual fue ganado por Ramón Ernesto Cruz (1903-85), en 1972. Segundo, Oswaldo López Arellano, provocó el ambiente para generar una reforma agraria; a este fenómeno se le conoce como reformismo militar (1972-75). Tercero, luego del reformismo militar, se pasó a una reacción conservadora, en la última etapa del militarismo hondureño (1975-82). Durante la década de 1970, los movimientos estudiantiles fueron parte de una serie de protestas ciudadanas poco estudiadas, en momentos en que los militares tuvieron el control del estado (1963-82). Esto cambió en la década oscura de 1980.
Durante esta etapa, muchos dirigentes estudiantiles fueron asesinados. Por ejemplo, en 1982 fue desaparecido el secretario general de la FEUH, Eduardo Becerra Lanza (1958-1982), militante del PCH (Personaje novelado en la narrativa Cuando las tarántulas atacan de Longino Becerra). En 1988, fue asesinado el líder de secundaria, Roger González Lanza, quien perteneció a la FESE y al Frente de Acción Revolucionaria (FAR), (Majatique, 2020).
Uno de los frentes universitarios que más creció en la década de 1980, fue el FUR. Según el testimonio del historiador Guillermo Varela, brindado para esta investigación, el FUR, surgió de una disidencia que se formó a lo interno del FRU, llamada Tendencia Revolucionaria (Varela, 2019). El FUR, fue el brazo político de las Fuerzas Populares Revolucionarias Lorenzo Zelaya (FPR-LZ), la cual fue una de las guerrillas urbanas que se enfrentaron al 3-16, en la década de 1980.
En conclusión, los movimientos estudiantiles de secundaria y nivel universitario, estuvieron determinados por tendencias ideológicas desde su nacimiento. Los movimientos en secundaria mencionados anteriormente, desaparecieron con el tiempo (FESE y ECLES). No obstante, el FRU, el FUR, y la FUUD, sí sobrevivieron como organizaciones estudiantiles. Sin embargo, existe un desgaste de los frentes tradicionales dentro de la universidad. Esto conllevó a que en la década en que se centra este análisis (2009-2019), surgieran nuevas tendencias de movimientos estudiantiles.
2. La nueva oleada de protestas sociales después del golpe de Estado del 2009.
El golpe de Estado del 2009, inauguró una nueva oleada de protestas sociales en Honduras. Sin embargo, nuevos actores sociales, aparecieron en esta década con nuevas agendas y demandas sociales.
El gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009), fortaleció el movimiento obrero, y el movimiento magisterial, con quienes estableció alianzas estratégicas en los dos últimos años de su gobierno (2008-2009). Esto se debió, a que Manuel Zelaya, chocó con los sectores elitistas de Honduras: la empresa privada hondureña (COHEP), y los políticos tradicionales. Cuando se gestó el golpe de estado en el 2009, los sectores con los que Manuel Zelaya estableció estas alianzas, fueron los que acuerparon su lucha por recobrar el poder. En las elecciones de noviembre del 2009, el Partido Liberal de Honduras, perdió gran parte de sus seguidores debido a la actitud que tomó la dirigencia contra Manuel Zelaya Rosales, traicionando a uno de sus líderes más importantes.
Entre los años del 2009-19, se cometió el error de pensar que el tradicionalismo político se iba a debilitar. En efecto, en la última década, éstos han estado en apuros. Sin embargo, con la llegada al poder del Partido Nacional (PN), éste ha retenido el colapso de los partidos tradicionales en Honduras.
El Partido Nacional, se ha mantenido en el poder por medio de tres fraudes electorales (2009, 2013 y 2017), utilizando y fortaleciendo el aparato militar –dando grandes preventas a las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA), y creando nuevos aparatos militares, como ser: la Policía Militar del Orden Público (PMOP), entre otros– y como evidencia el juicio contra Juan Antonio Hernández Alvarado –mayormente conocido como Tony Hernández (TH) y hermano de JOH– dando forma a todo un aparato conspirativo con el narcotráfico. En esta mega ensalada de corrupción, están involucrados: políticos, militares, policía, líderes religiosos, y un sector de la empresa privada, quienes han tenido relaciones con el narcotráfico, en el lavado de activos.
Uno de los principales objetivos en la agenda del PN, ha sido profundizar el modelo neoliberal en Honduras, y la educación no ha sido la excepción. Esto ha conllevado a que nuevas fuerzas sociales, se hayan configurado para establecer frentes de lucha contra el régimen nacionalista.
En el ámbito de la educación, el PN, colocó dos personajes claves para dirigir el aparato público educativo: Marlon Escoto (Ministro de Educación, 2012-17), y Julieta Gonzalina Castellanos (Rectora de la UNAH, 2009-17). Ambos personajes, presentaron sus credenciales ante la sociedad, como personas reformadoras de la educación. No obstante, pronto se desenmascararon, presentando su verdadero rostro.
El ministro Marlon Escoto, se dedicó a crear un ambiente de conflictividad con el magisterio. No obstante, su propuesta más polémica fue poner en marcha la Ley Fundamental de Educación (LFE). La LFE, fue duramente atacada por el magisterio hondureño, al matizarla como una estrategia con miras a privatizar la educación pública hondureña por parte del PN.
Por otro lado, Julieta Gonzalina Castellanos, generó el mismo ambiente dentro de la UNAH. Durante la gestión de Julieta Gonzalina Castellanos, el sindicato de la UNAH (SITRAUNAH), fue presentado como su principal enemigo. De hecho, las autoridades de la UNAH, mantuvieron una extensa lucha de carácter laboral con este sindicato. Este enfrentamiento terminó con el despido de varios trabajadores del SITRAUNAH.
En conclusión, ambos personajes se dedicaron a controlar estos sectores del obrerismo organizado: el magisterio, y el sindicato de la UNAH. No obstante, los estudiantes de secundaria y universitarios, fueron el verdadero dolor de cabeza de Marlon Escoto y Julieta Castellanos.
3. La protesta contra la Ley Fundamental de Educación y la reacción de los movimientos estudiantiles de secundaria (2011-16).
El magisterio, es uno de los sectores más organizados del sector obrero en Honduras. En el ámbito nacional, el magisterio ha puesto de rodillas en varias ocasiones al estado. Sin embargo, el ministro Marlon Escoto, logró normalizar y neutralizar su poder de convocatoria.
Regularmente, el magisterio utilizó como recurso, los paros nacionales para reclamar el pago de salarios atrasados y la normalización del estatuto del docente creado desde 1997, por el extinto Rafael Pineda Ponce (1930-2014).
El ministro Marlon Escoto, conocía la manera de operar del magisterio, para hacer reclamos laborales al estado. Una de las tácticas utilizadas por Marlon Escoto, fue debilitar desde adentro el poder de convocatoria de los colegios magisteriales. Es decir, que supo diseñar estrategias para provocar conflictos a lo interno de cada colegio magisterial (En Honduras operan 6 organizaciones magisteriales).
En el año 2011, se anuncia la creación de la Ley Fundamental de Educación (LFE), mediante el decreto Nº 262-2011; la cual establecía algunas disposiciones polémicas: descentralización de los recursos, la eliminación de la matrícula gratis, eliminación progresiva de los bachilleratos, eliminación de las normales de profesorado, y la extensión de la educación básica de primer grado a noveno grado (Heraldo E. , 2014).
Entre los años 2011 y 2012, el magisterio mantuvo una protesta prolongada, y fue objeto de fuertes represiones por parte del estado. Sin embargo, sus demandas fueron acompañadas por un amplio sector de estudiantes de secundaria, quienes se unieron al reclamo del magisterio contra la LFE. Algo que incomodó bastante a los estudiantes de secundaria, fueron los pasos que se estaban dando hacia la privatización de la educación pública en Honduras, y la extensión del horario de clases. Algunos de los alegatos que formularon los estudiantes, fue el aumento del presupuesto diario para poder asistir a clases.
Uno de los frentes estudiantiles que tuvo bastante realce en estas protestas, fue la Federación Nacional de Estudiantes (FENAE), que fue dirigida por el FUR. Además, surgieron movimientos independientes en varios colegios de Tegucigalpa, como ser: Luis Bográn, Instituto Técnico Honduras, Jesús Aguilar Paz, y el Central Vicente Cáceres. En la ciudad de San Pedro Sula, se formó el Movimiento Estudiantil Lenin Dubón (MELD).
Las protestas de los estudiantes de secundaria se mantuvieron de manera intermitente, entre los años 2015-16, debido a la imposición de una extensión de 15 minutos, a la jornada educativa y los programas de alfabetización (Heraldo, 2015).
Esta generación de jóvenes creció en medio de la represión que produjo el golpe de estado del 2009. Es decir, son lo que algunos académicos, muy vagamente han denominado, la generación pos golpe.
¿Cuáles fueron los motivos que conllevaron a una crisis a nivel de secundaria? La imposición no consensuada de LFE, y la actitud arrogante del exministro de educación Marlon Escoto. ¿Mejoró la LFE, el sistema de educación pública en Honduras, después de la salida de Marlon Escoto? Evidentemente, no. El saldo de este enfrentamiento no dejó nada positivo: represión, muertes, y un sistema educativo público acéfalo. Muchos estudiantes de secundaria, murieron por entes represores del estado. La población hondureña, se conmocionó ante la muerte de la estudiante Soad Nicole Ham Bustillo (2002-2015), quien, apareció muerta el 25 de marzo del 2015, luego de hacerle fuertes reclamos en televisión a Juan Orlando Hernández.
4. La protesta universitaria contra las Normas Académicas en la UNAH (2015-19).
Julieta Gonzalina Castellanos, también recurrió a medidas extremas dentro de la UNAH. Primero, logró imponerse frente al SITRAUNAH; segundo, empezó a construir una serie de reformas, que fueron el germen de la oposición estudiantil contra las autoridades universitarias. ¿Cuáles fueron estas medidas? La imposición de las Normas Académicas (NA), una tabla de valores, y el 70% como índice de aprobación. Al igual que el exministro Marlon Escoto, Julieta Gonzalina Castellanos, estableció un régimen de intolerancia dentro de la universidad.
Desde sus posiciones absolutistas, la ex rectora no escuchaba de razones. ¿Dónde inició el conflicto entre estudiantes universitarios y Julieta Gonzalina Castellanos? El conflicto comenzó en la Universidad del Valle de Sula (UNAH-VS), en el año 2015. Los estudiantes protestaron porque no se había culminado la construcción del edificio 6: La Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud (EUCS).
Esta protesta se extendió durante todo el segundo periodo académico del año 2015 (II PAC). El conflicto iniciado en UNAH-VS, pronto fue acuerpado por los estudiantes de ciudad universitaria (UNAH-CU). La pugna entre estudiantes y autoridades universitarias, abrió un abanico de reclamos, entre los años 2016 al 2019. Algunos temas llevados a la mesa de discusión, fueron: representación y elecciones estudiantiles, la renuncia de Julieta Gonzalina Castellanos en el año de 2017, eliminación de la tabla de valores, y reducción del índice de aprobación de 70 a un 65%.
Mientras se generaba todo este clima de incertidumbre, se conformó una plataforma de estudiantes llamada: Movimiento Estudiantil Universitario (MEU). ¿Cómo se organizó el MEU? Entre los años 2009-2019, han surgido nuevos frentes dentro de la UNAH: Avanzada, Movimiento Amplio Universitario (MAU), Movimiento Estudiantil Revolucionario-Lorenzo Zelaya (MER-LZ), y una serie de movimientos independientes dentro de las asociaciones estudiantiles.
Muchos de estos movimientos, surgieron ante la inconformidad, desgaste, y grupos disidentes de los frentes históricos de la UNAH: FUR, FRU y FUUD. El principal fracaso de estos movimientos se desarrolló en el año 2012, cuando fueron convocados para efectuar las elecciones y elegir la representación estudiantil ante el consejo universitario, sin poder estructurar una agenda de unidad.
Un sector de estudiantes de la universidad, nos sentimos decepcionados –en ese momento, yo era estudiante de pregrado– ante la intransigencia que mostraron los frentes tradicionales. Julieta Gonzalina Castellanos, astutamente canceló el proceso de elecciones y los engavetó (universitaria, 2012)
Esto fue un grave error, ya que se formaron un cúmulo de tensiones que estallaron en el año 2015 y 2016. Por tanto, las bases del MEU, son: los movimientos independientes, y las nuevas organizaciones estudiantiles citadas anteriormente.
La reyerta entre estudiantes y las autoridades de la universidad, se intensificaron entre el 2016-17, y dejando al desnudo, el lado más oscuro de Julieta Castellanos. Hasta este momento, nadie ha hablado de cómo la rectora utilizó toda la maquinaria mediática de la UNAH −ya se había creado el canal de la UNAH (CAMPUS TV) y Presencia universitaria, en su modalidad digital− para estigmatizar a los estudiantes. ¿Cómo se defendieron mediáticamente los estudiantes del MEU? A través de las redes sociales. El MEU, creó una serie de páginas en Facebook, como ser: UNAH Estudiantes, UNAH Estudiantes Reloaded, Movimiento Estudiantil Universitario MEU, Movimiento Amplio Universitario (MAU), Movimiento Estudiantil Revolucionario LZ (MER-LZ), y el movimiento Avanzada. A través de estas páginas, el movimiento estudiantil se defendió del aparato mediático universitario y de los periódicos nacionales.
¿Qué tipo de estigmas crearon alrededor del MEU, la prensa nacional? Usualmente los llamaron: encapuchados, zelayistas, anarquistas, supuestos estudiantes de la UNAH, etc.
Otro aspecto en el que se debe de profundizar, es la represión y persecución por los entes del estado, y los grupos de choques que creó la ex rectora Julieta Castellanos. Estas preguntas sobrepasan esta investigación. No obstante, ¿Quién olvidará el día en que Julieta Castellanos, contrató a un grupo de fortachones para desalojar los edificios tomados por los estudiantes, bajo el supuesto de compañía de seguridad? (Criterio.hn, 2017).
¿Quién olvidará que un periódico digital, sacó a la luz un presupuesto bajo el nombre de gasto de guerra, por un monto de 180 millones de lempiras? (Confidencialhn, 2017).
En conclusión, los efectos que dejó la crisis dentro de la UNAH, arrojaron el siguiente saldo: represión, estudiantes judicializados, estigmatización mediática del MEU, muertes de estudiantes, y una prolongación de la crisis que no ha sido resuelta.
5. La crisis latente en la UNAH y posibles soluciones.
Julieta Gonzalina Castellanos, tuvo que abandonar la rectoría en el año 2017, porque no podía optar a otra reelección. En este contexto, aparece en sustitución, el Dr. Francisco Herrera, quien tampoco se ha preocupado por dar una solución a las secuelas de esta prolongada crisis dentro de la UNAH.
Hay que recalcar que el Dr. Herrera, tenía que estar interinamente seis meses, pero su mandato hasta el momento, se ha prolongado durante dos años, no dando solución a los problemas internos de la UNAH. ¿Cuáles son las soluciones inmediatas para normalizar la situación dentro de la UNAH? Primero, convocar a elecciones estudiantiles a nivel nacional; segundo, promover un proceso transparente del mismo; tercero, conformar el ambiente para elegir la nueva rectoría dentro de la UNAH.
De no ser así, se va a repetir la misma historia de los últimos años en la UNAH: pérdidas de periodos, enfrentamiento entre el MEU y autoridades, sacrificio económico del estudiantado de la UNAH.
Al finalizar el año 2019, los estudiantes se vieron afectados por la programación de un periodo intensivo en el III PAC, el cual tuvo muchas limitaciones: reducción de la programación académica, reducción en la matrícula en unidades valorativas (u.v.), ampliación del horario de clases (dos horas).
Hay cosas positivas por destacar del MEU: primero, forzaron a las autoridades universitarias a culminar el edificio 6, de ciencias de la salud de UNAH-VS. Segundo, han acompañado el movimiento social hondureño, fortaleciendo varios procesos de protestas sociales. Tercero, han propuesto una agenda de consenso dentro de la UNAH, y lograron reducir las arbitrariedades, llevadas a cabo por Julieta Castellanos. Cuarto, a través de sus redes sociales, mantienen una agenda de denuncia contra el estado hondureño y las autoridades universitarias.
6. La plataforma contra la Ley de reestructuración de Salud y la Educación (2019).
El último atisbo, donde han estado involucrados los sectores estudiantiles de secundaria y nivel universitario, fue su reacción ante los decretos PCM 026-2018 y 005-2019, que buscaban privatizar el aparato de Salud y la Educación en Honduras. La respuesta fue, una movilización que se llevó a cabo entre los meses de marzo a junio del 2019, que culminaron en una serie de movilizaciones a nivel nacional, que unieron al magisterio, el gremio de la salud, y otros sectores del obrerismo organizado. Todos estos se aglutinaron en la Plataforma de la Salud y Educación (PSE).
Los estudiantes de secundaria salieron a protestar, enarbolando nuevas banderas de lucha, y uniéndose al llamado de la Plataforma de Salud y Educación (PSE). Una vez más, la UNAH fue parte de este nuevo contexto de protestas sociales. El MEU, hizo suyos los llamados de la PSE, y la UNAH fue objeto de una paralización parcial, del II PAC en el año 2019.
Muchos dilemas quedaron en esta crisis interna, que aún sigue vigente dentro de la UNAH. ¿Hacia dónde se dirige la crisis interna de la UNAH en los siguientes años? Un mar de incertidumbres matiza el horizonte dentro de la máxima casa de estudios. Al final, el principal perdedor es el estudiantado que sufre los percances de cada problemática interna. Sigue sin solucionarse la cuestión de la elección de un nuevo rector dentro de la UNAH –el periodo del rector Herrera pasó de 6 meses, a más de dos años– y la convocatoria a elecciones para una nueva representación estudiantil.
7. Conclusión.
Primero, he demostrado en este trabajo, que los movimientos estudiantiles a nivel de secundaria y universitario, existieron a lo largo del siglo XX. No obstante, es hasta la segunda mitad del siglo XX, que aparecen más organizados en coyunturas de protestas sociales.
Segundo, he analizado cómo entre los años de 2009-19, las luchas estudiantiles se han visto incentivadas por los abusos promovidos por el estado, conducidos por el Partido Nacional. Es evidente que estas que las políticas estatales se han desarrollado bajo la agenda neoliberal del Partido Nacional. El ex presidente Porfirio Lobo Sosa (2010-14) y Juan Orlando Hernández (2014-2018 y 2019), fueron los responsables de la conflictividad que se creó en el sistema de educación secundaria y nivel universitario en Honduras. El estado de Honduras, ha logrado refrenar el poder de convocatoria del magisterio, y ha logrado amedrentar el movimiento sindical hondureño.
Tercero, la coyuntura social y política en Honduras entre 2009-19, ha dado pie, al surgimiento de nuevos actores sociales de oposición: Movimiento Estudiantil de Secundaria (MES) y el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), y la plataforma de la salud y la educación (PSE). No obstante, los movimientos estudiantiles en Honduras siguen sin presentar una agenda común, que logre unificar fuerzas. Es decir, una plataforma más amplia entre el movimiento estudiantil de secundaria y el universitario.
Cuarto, la crisis dentro de la UNAH, seguirá latente sino se generan los espacios de representación estudiantil y el marco para la elección de un nuevo rector. Las autoridades interinas de la UNAH, se han retardado el marco de transición y legalidad dentro de la máxima casa de estudios en Honduras.
Quinto, el MEU y los movimientos estudiantiles de secundaria, pusieron en apuros a los detentores del poder en Honduras y son en actualidad, parte del movimiento social en Honduras. El MEU, ha logrado combatir las campañas mediáticas en su contra, y a través de la utilización de medios alternativos como las redes sociales, mantiene una agenda de denuncia social.
La historia de los movimientos estudiantiles y sus luchas, aún está por estudiarse de manera más detenida y reflexiva. Este servidor se siente en deuda.
Referencias
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[1] El sociólogo Eugenio Sosa, presento en el I congreso de historia (2017) algunos avances sobre el la protesta de los estudiantes contra el consorcio de Florida.